Nació el 30 de abril 1951 en Villa Bisonó, Navarrete. Su nombre completo es Jimmy Barranco Ventura.
Poeta, músico, médico nutriólogo y catedrático universitario. Creador de un esquema poético al que él denomina Arpegio, cuya estructura se resume en estrofas de 8 versos con diferente métrica in crescendo (3-5-7-11 moras) y decrescendo (11-7-5-3 moras), como el arpegio de un acorde de notas musicales, con una rima consonante inversa: ABCD/DCBA, donde el primer verso y octavo son iguales, musicalidad interna en la tercera y sexta sílabas métricas y cada estrofa tiene forma romboidal o de doble trapecio. Doctor en Medicina por la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD); maestría en Ciencias, especialidad en Bioquímica por el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN en Méjico; también en ese mismo país adiestramiento en Dietoterapia en la Escuela de Dietética y Nutrición del ISSSTE y especialidad en Nutriología Clínica por el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Dr. Salvador Zubirán”; además una maestría en Educación Superior por la Universidad Iberoamericana (UNIBE).
Jimmy Barranco ha trabajado como médico de la Sociedad Médica Cristiana; asistente Médico Voluntario en el Servicio de Nutriología Clínica en Méjico; jefe del departamento de Nutricinutriciónn del Hospital Militar Docente Fuerza Aérea Dominicana y jefe del área de Nutrición del Hospital Salvador B. Gautier, entre otros más. Articulista en el periódico de Hoy, columna semanal “Consultorio de nutrición”. Fue profesor de Español, Química, Historia, Inglés y Literatura en el nivel secundario y en el nivel superior ha sido profesor de la cátedra de Bioquímica en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), de Bioquímica, Nutrición, Biofísica Médica, Medicina Legal- Toxicología en la Universidad Eugenio María de Hostos (UNIREMHOS); también en la Universidad Mundial, en la Universidad Iberoamericana (UNIBE) y en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC). A nivel de postgrado ha impartido docencia en varios centros educativos, tanto en el país como en el exterior. Ha dictado centenares de conferencias, y talleres en congresos y eventos científicos nacionales e internacionales (Estados Unidos, Méjico, Bolivia, Chile, Ecuador) sobre Bioquímica y Nutrición.
En el haber bibliográfico de Jimmy Barranco se encuentran los siguientes títulos: Espinelas sin espinas (poesía, específicamente décimas espinelas dedicadas al área de la nutrición), Brisas de otoño (sonetos clásicos melódicos con estrambote), Mi abuelito decimero (décimas espinelas de carácter lúdico), Manual de Prácticas de Bioquímica (texto académico), coautor de Guía de Laboratorio. Procesos Bioquímicos del Organismo-II (juntamente con la doctora Rosel Fernández). Su poesía ha sido antologada en la Colección Poética LACUHE 2021. Ha impartido más de 300 conferencias, charlas, cursos y talleres en congresos y eventos científicos nacionales e internacionales celebrados en el país y en el extranjero (Estados Unidos, México, Bolivia, Chile, Ecuador, etc) sobre Bioquímica y Nutricion. Es miembro del Círculo Literario Estrambote. Participa constantemente de los talleres literarios que ofrezco y asiste con regularidad a gran parte de las actividades culturales que se producen en nuestro país.
Jimmy Barranco ha sido objeto de múltiples reconocimientos, tanto en el sector literario como científico, entre los que podemos resaltar haber sido ganador del Concurso Literario del Instituto Evangélico 1968 con su poema “La muerte”; Premio Único de Poesía con su décima “El árbol de la vida” en el certamen Literario para profesores de la Universidad Iberoamericana 2005; dos menciones como sobresaliente en el primer concurso de décimas espinelas de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña 2021 con sus poemas “Yobel 2021” y “Convite dorado” y gran ganador de la segunda versión de ese mismo premio 2022 con su producción “¿Ya sabes leer?”. En el sector profesional y académico fue exaltado como “Maestro de la Medicina Dominicana” en el 2018 (este es el más alto galardón que otorga el Colegio Médico Dominicano a sus miembros destacados, institución que lo ha reconocido como “Padre de la Nutriología Clínica en República Dominicana” por ser el pionero y por sus aportes al desarrollo de la Nutriología Clínica en el país); pergamino como «Médico Distinguido de la Sociedad»; Certificado de excelencia en el desempeño docente emitido por la rectoría de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) en el 1999; entre muchísimos más.
Particularmente aseguro que, basado en la expresión popular que reza “Por la boca muere el pez”, y otro similar que dice “Las enfermedades entran por la boca”, me hago eco de los consejos del reconocido médico nutriólogo Jimmy Barranco, quien en forma especial nos hace llegar su obra literaria encaminada orientarnos sobre la buena o mala ingesta, utilizando como recurso exponencial la estructura poética denominada décima espinela.
El escritor y publicitario Efraím Castillo opina que Jimmy Barranco se declara como un “enamorado de la décima espinela por su métrica musical y el encabalgamiento de sus diez versos que permiten la fluidez de las metáforas y las imágenes, facilitando la memorización, tanto del lector como del oidor, y la ha utilizado como una herramienta o instrumento de enseñanza-aprendizaje para erradicar los múltiples mitos y falsas creencias, que acerca de la alimentación, se han venido acumulando a lo largo de la historia, convirtiéndose—presionados por la tradición y el folclor— en hábitos defendidos como verdades irrefutables.
El periodista y decimero Huchi Lora afirma que Jimmy Barranco, sobre su más reciente producción Mi abuelito decimero: “Si plausible es salir airoso en un mínimo de cuatro estrofas de pie forzado, más admirable es lo que hace este poeta, que decide cargar con la atadura de un doble pie forzado y para mayor complejidad, desarrolla sus consejos exprimiéndolos de la sabiduría popular contenida en los refranes.
Finalmente, el poeta, ensayista y académico León David estima que Jimmy Barranco hace alarde en sus poemas de un vocabulario floral de aromático jardín, al que los calificativos de primoroso y cristalino de fijo que no desentonarían, léxico que dada su transparencia y acariciadora suavidad anida en las antípodas del habla. No cree equivocarse al afirmar que justamente son las susodichas cualidades, las relucientes prendas de elegancia y donaire que su palabra exhibe. Siga pues el poeta refrescándonos el alma con sus galanos sonetos con estrambote, impecables desde el punto de vista técnico como rebosantes de esa seductora y prístina fragancia que, mal que le pese a la viscosa, turbia y descaecida sensibilidad de las indoctas masas, será siempre bienvenida entre aquellos –exigua pero irreemplazable minoría– que prefieren solazarse en ameno vergel antes que chapotear en las fangosas profanaciones del fétido pantano.
Concluyo esta Entrega de TRAYECTORIAS LITERARIAS DOMINICANAS con tres estrofas ejemplares de sus Arpegios:
Mi luna…
¿Por qué tú callas
en la insomne velada?
ven, desciende y consuela mi laguna.
Con fulgor plateado, ven y acuna
esta noche enlutada;
ven, no te vayas,
mi luna.
Mi mar…
¡canto d’amore!
¡Cómo extraña mi piel…
los arpegios divinos de tus olas!
Y en tus aguas, danzantes amapolas
han creado un vergel
para que añore,
mi mar.
Mi flor…
tierno clavel
el que ayer deshojé
hoy retoña en las aguas del Camú.
Entre lilas hermosas yaces tú
y en tus labios hallé
la dulce miel,
mi flor.
Por Ramón Saba