EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO. República Dominicana es el tercer país de América Latina con mayor incidencia de violencia de género, según datos revelados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). El país, a pesar de los grandes esfuerzos que por años se han venido realizando, aún requiere de intervención en los temas de violencia, especialmente en contra de las mujeres.
En ese sentido, la empresa Philip Morris Dominicana sigue enfocada en contribuir con la seguridad de las mujeres y el desmonte de la masculinidad agresora, a través del proyecto Redes Locales para una Vida Sin Violencia, desarrollado en coordinación con Centro de Estudios de Género de INTEC (CEG-INTEC). Esta iniciativa integra a actores institucionales estatales, como el Ministerio de la Mujer, Ministerio de Salud, Ministerio de Educación y la Policía Nacional, Ministerio Público, CONANI y los Ayuntamientos; y a ONGs, iglesias y juntas de vecinos entre otras.
“La estrategia de Redes Locales para una Vida sin Violencia constituyen una forma de articular la respuesta de las distintas organizaciones, instituciones y personas, de un determinado territorio que trabajan en conjunto enfrentado la violencia intrafamiliar y contra las mujeres, el abuso infantil y el desmonte de la masculinidad agresora, desde la acción comunitaria e intersectorial. En procura de aunar esfuerzos y voluntades para incidir en las políticas públicas sobre violencia, haciendo posible una respuesta efectiva en la atención de la violencia”, señala Lourdes Contreras, coordinadora general del CEG-INTEC.
En el año 2016, el programa impactó de manera directa a un total de 6,472 personas a través de diferentes acciones de formación como cursos y capacitaciones para la prevención, atención y sanción a la violencia contra las mujeres; así como conferencias, y acciones comunitarias como paradas cívicas, presentaciones teatrales y caminatas. Estas personas participan en representación de instituciones de los sistemas de salud, justicia, educación, gobiernos locales, CONANI y de organizaciones sociales.
En lo que va del año, el programa ha realizado diversas actividades, bajo la coordinación del Centro de Estudios de Género con el respaldo del Ministerio de la Mujer, logrando el involucramiento de nuevos actores representantes de las instancias garantes de derechos, fundamentales en la erradicación de la violencia. Entre las actividades realizadas se cuentan talleres y reuniones de trabajo con el objetivo sensibilizar sobre el abordaje integral para la prevención, detección, atención y sanción de la violencia contra la mujer e intrafamiliar para garantizar respuestas efectivas ante eventuales situaciones de violencia.
Los talleres y reuniones fueron realizados en las provincias y/o municipios donde se implementa la estrategia de redes, como son Azua, San Pedro de Macorís, Santo Domingo Norte, San Antonio de Guerra, Santo Domingo Este, Santo Domingo Oeste, Distrito Nacional y Santiago.
Dado el importante rol del poder local, en las 8 alcaldías correspondientes a estos municipios se desarrollaron acciones de capacitación dirigida a 35 funcionarios de cada ayuntamiento, para sensibilizarles sobre su rol y para motivarles a propiciar acciones concretas para la reducción de la discriminación y la violencia contra las mujeres, niñas, niños y jóvenes, así como otras formas de expresión de inequidades y desigualdades económicas, políticas y sociales basadas en las diferencias de género construidas culturalmente. Entre las personas participantes de estas capacitaciones estuvieron representantes de los departamentos de planificación, presupuesto, desarrollo comunitarios, servicios sociales y la unidad de Género explica la encargada de Capacitación y Extensión del CEG-INTEC, Mariela Jáquez.
Otra acción relevante realizada durante este año, destacó la Sra. Jaquez, fue la sensibilización y formación del personal de las Unidades de Atención Integral a la Violencia de la Procuraduría General de la República para accionar de manera articulada con el trabajo en Redes Locales para una vida sin violencia existente.
Del mismo modo, se realizó un seminario en el que fue analizado el proyecto de Ley que crea el Sistema Integral para la Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la violencia contra las mujeres. “En este evento se dieron cita autoridades del INTEC, Ministerio de la Mujer, del MINERD, Procuraduría General de la República, CONANI, los ayuntamientos y prestadores de servicios de estos sectores, entre otros actores claves, logrando profundizar en el conocimiento del proyecto de ley.
En el seminario fue resaltado el importante papel que juegan los ayuntamientos, ya que en ellos recae la representación más cercana a las comunidades por parte del Estado, y son los responsables de remitir al Ministerio de la Mujer los datos y estadísticas sobre los casos de violencia de género, también se les orientó sobre el presupuesto participativo que designa 4% a acciones de género, niñez, educación y salud”, resaltó Jáquez.
El Centro de Estudios de Género de INTEC, junto a Philip Morris, pretende seguir trabajando con el desmonte de la masculinidad agresora, como lo ha venido haciendo desde 2009. Este año se realizará un estudio sobre masculinidades en actores prestadores de servicios en un municipio del país con experiencia de redes locales para la prevención y atención a la violencia de género, intrafamiliar y contra la mujer.
“Cabe destacar que son escasos los estudios de la masculinidad en el país, por lo que es importante presentar este resumen ejecutivo sobre las percepciones que de las masculinidades tienen los actores prestadores de servicios de los sistemas de justicia, salud y educación, que manejan temas de violencia contra las mujeres y su reacción ante los casos”, agrega la encargada de Capacitación y Extensión. De su lado, Lourdes Contreras concluye diciendo que “la violencia contra las mujeres y el abuso infantil constituyen serias violaciones a los derechos humanos; y son un obstáculo para el desarrollo y la democracia de nuestra sociedad. En la mayoría de los casos, las personas que son sometidas a la violencia, traspasan la misma a otras personas con menor poder, configurándose la llamada escalera de la violencia”.
