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20 de abril 2024
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OpiniónRolando FernándezRolando Fernández

¡Increíble, pero cierto! La UASD sin aulas suficientes, y poca ayuda externa

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Desde hace un tiempo considerable, la Universidad de los pobres en este país, Autónoma de Santo Domingo, viene confrontando serios problemas para poder dar cabida a la cantidad de bachilleres que cada nuevo semestre ingresa a la misma, debido a la escasez extrema de aulas disponibles, situación inmanejable a su interno, por las limitantes financieras que le afectan de manera consistente. Así lo declaró la señora rectora de la institución recientemente, por medio de la prensa local.

Eso ha hecho que las autoridades superiores de la academia, y no las actuales solamente, hayan tenido que procurar el concurso del Ministerio de Educación local, principalmente, a los fines de poder paliar un poco la desastrosa problemática, buscando habilitar extensiones en algunos de los liceos públicos de que dispone el sistema, para impartir docencia a nivel superior, en horarios nocturnos. Claro, bajo un acuerdo interinstitucional de trabajo, según la información que trasciende hacia los interesados.

Aunque en gran parte se ha logrado la ayuda requerida, en ocasiones, algunos envalentonados directores de esos centros académicos, se inclinan por crear dificultades para el desarrollo de las actividades uasdianas en su interior; poner cortapisas a la entidad de educación superior; y, hasta vejar a los estudiantes que allí tienen que asistir.

Obviamente, es algo que resulta inexplicable, ¿verdad?, por pertenecer ambas instituciones al mismo Estado, y tener funciones formativas similares, aun sea a niveles de grado diferentes.

Los precedentes están de sobra; y los mejores testigos son aquellos docentes de la universidad, a los cuales se les asigna clases fuera del campus de la entidad, bajo esa modalidad, que cuando se presentan a realizar sus labores en determinados lugares, se encuentran con serios inconvenientes, en torno a los que se supone algún tipo de premeditación.

Si no son problemas con el alumbrado, lo es con el cierre medalaganario de determinadas aulas; y, hasta con el fácil acceso al centro escolar de que se trate. También, se tiene que lidiar con la inexistencia de espacios disponibles para el parqueo de vehículos.

Los casos se verifican con mayor frecuencia cada vez, y el semestre actual no ha constituido excepción alguna, por lo que es un asunto que ya amerita con urgencia sea investigado a profundidad, a los fines de determinar las razones que subyacen en la problemática aludida.

Dónde es que está el “meollo” de eso, por decisión propia de los que dirigen en los liceos; o, debido a instrucciones en tal sentido, que emanan de niveles superiores dentro del Ministerio correspondiente, como es lo que a veces se alega ante cualquier reclamo que se eleve. Se torna hasta vergonzosa y deprimente esa situación, por lo que debe ser definida y subsanada a la mayor brevedad posible. ¡La UASD merece respeto y consideración!

Es una lástima que algún periodista nuestro no se anime a preparar un reportaje sobre lo que se observa con frecuencia, a partir de las 6:oo p.m., cuando los alumnos de la UASD comienzan a llegar a ciertos recintos de los incluidos en las asignaciones acordadas de que se trata,  identificables con mucha facilidad, y se le dé amplia difusión, para que la sociedad en general se entere de los que viene ocurriendo en ese tenor.

Cualquiera se preguntaría, ¿por qué tiene que ser así, cuando se habla incluso, de la existencia de un formal acuerdo de trabajo interinstitucional, UASD-Ministerio de Educación, cabe reiterar.  ¿Qué es en verdad lo que origina las negativas evidentes de cooperación sobre el particular, en algunos lugares determinados, y momentos escogidos?

Más aun llama poderosamente la atención en estos tiempos precisos, el que se proceda de tal manera, cuando no se puede negar la inclinación del actual mandatario de la nación por reelegirse en el cargo. Y, momentos en que, el mismo flamante ministro de Educación está aspirando a ser el nuevo presidente de la República. Está en campaña este señor, carísima. ¡Chocante la panorámica abordada, ¿no es cierto? ¿Se conseguirán muchos votos así, despreciando a los uasdianos?

Lo cierto es que, en este país se ven cosas que, “guindando parecen cocos de agua”, como dice la gente del pueblo. No luce haber correspondencia, lo debido, respecto de la satisfacción conjunta, de algunas necesidades sociales afines, u otras de igual naturaleza completamente.

Tampoco, real sentido de cooperación entre sectores de la misma especie, como es el caso de la educación pública misma en el país. La UASD y el Ministerio de Educación, se puede decir que “son alas de una misma ave”. Se necesitan ambas, para que la juventud de la nación pueda volar. Entonces, ¿por qué considerarles como separadas?

 

Autor: Rolando Fernández

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