Esa circunstancia, que se saldó sin mayor novedad, obligó a detener a toda la comitiva para que las fuerzas del orden acordonaran todo el camino de salida del complejo donde se celebró la masiva ceremonia, unos cinco minutos en los que el papa se mantuvo en el interior de su auto rodeado por su equipo de seguridad.
Según pudo verse por televisión, apenas segundos después de que la caravana papal arrancara su camino de salida de la base aérea, un hombre se cruzó en mitad de la ruta frente al auto del papa e intentó hacerle llegar algo a Francisco.
El chófer papal tuvo que girar bruscamente hacia un costado mientras los agentes de seguridad y algunos fieles que se encontraban cerca tiraban del hombre, que finalmente se alejó sin mayores problemas.
Instantes después, el equipo de seguridad papal ordenó detener a toda la comitiva mientras se aseguraban de que el resto de camino de salida de la base quedaba resguardado para evitar un incidente similar.
Tras unos minutos, Francisco retomó su ruta al Grupo Aéreo Nº 8, el aeropuerto militar desde donde partirá su vuelo rumbo a Roma.
El pasado jueves, nada más aterrizar en Perú, una mujer logró romper el cordón de seguridad del papa para acercarle un ramo de flores, entre la alarma de sus guardianes, e instantes después unos periodistas intentaron acercarse a Francisco para hacerle unas preguntas.
Esa acción dejó la imagen de un grupo de policías corriendo para bloquear con sus cuerpos el vehículo Fiat 500 con el que el papa realizó sus traslados en Perú.
El viernes, un pinchazo en el vehículo obligó también al papa a cambiar sobre la marcha de transporte en su camino a la reunión con el presidente Pedro Pablo Kuczynski.
Durante todos los traslados papales en Perú ha sido constante la presencia de miles de fieles en las calles, que han salido a su ruta para saludarlo y expresarle su cariño.
Por EFE
