EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- Este martes se produjo un pequeño incidente entre la procuradora general de la República, Miriam Germán Brito, y el presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Marcos Antonio Cruz García, quien aspira a seguir en el cargo.
El intercambio arrancó de los duros cuestionamientos que Germán Brito le hizo a Cruz García, en torno a presuntos manejos dudosos de las finanzas de la institución. El escenario fue el Consejo Nacional de la Magistratura, donde el presidente del TSE fue evaluado como postulante al mismo cargo.
Allí, Cruz García atribuyó los conflictos presentados en el TSE a la «oposición y resistencia» que le hicieron algunos de sus colegas cuando llegó al cargo en noviembre pasado, y dijo que esos escollos respondían a las aspiraciones legítimas que tenían sus compañeros de Tribunal.
Además afirmó que, al ponerse al frente de la institución, encontró un déficit de RD$100 millones y no había dinero para pagar el bono navideño, y apuntó que ahora, ocho meses después, se les paga regularmente a los empleados y hay recursos para «abordar otras necesidades».
Como corolario, destacó que se han recortado los gastos corrientes y en viajes al exterior, papelería, material gastable y reciclaje, lo que ha permitido lograr un ahorro de RD$50 millones.
No conforme con esas explicaciones, la procuradora le tiró una «puya» diciéndole que en los medios de comunicación han aparecido críticas a su gestión.
«Parece como si esa situación existiera solo en los medios, y a mí me da la impresión de que no es así; y en caso de que fuera nada más en los medios, creo que usted como cabeza de la institución debió haber hecho la aclaración pertinente», ripostó con agudeza y sobriedad.
Ante esa «puya», el interpelado respondió diciendo que las críticas mediáticas lo toman por «sorpresa», porque la armonía reina dentro del Tribunal, y porque hizo en su momento la aclaración correspondiente. Así, según él, los escollos solo han aflorado en el ámbito administrativo de la institución, por los recortes de gastos.
«No existen diferencias abismales dentro del Tribunal que no hayan podido ser superadas», dijo él, pero ella le respondió:
«Me siento como si estuviera en un ambiente surrealista».
Entre «puyas» y defensa, terminó el careo.
(Una pregunta al aire: ¿Qué sabe la Procuraduría General de la República para cuestionar así al presidente del TSE?).
