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19 de abril 2024
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Historia de Ramfis

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La historia de Ramfis parece ser un cuento alucinante, por  la sencillez y la encrucijada que se presenta, dentro de ese contexto genera otra alternativa de género en la política, si otro nombre hubiese salido, en la misma proporción y tiempo con la misma propuesta; el resultado en comentarios hubiese sido el mismo, pero es Ramfis Trujillo, en este caso quien somete con mucho más intensidad, el misterio de  la propuesta a los ciudadanos y ciudadanas para que lo comparen con los demás, un misterio que la excelencia lo sitúa en el centro del universo político de República Dominicana.

Ahora la intensidad y la unidad interna de sus seguidores envenena el camino a los políticos dominicanos, bocinas y arriesgados propulsores de una rancia reelección de una Danilo que sufre la amargura del desprecio de una población harta de traición, mentiras y falta de imaginación para tirar la toalla. En cada paso que Danilo abre vemos y sabemos lo que ocurrirá después, lleva este dentro de sí una amargura innata de su personalidad que le destruye el sujeto de su propia conciencia.

El gobierno de Danilo sobrevive en un fango de mísera personal que se confisca a sí mismo, devalorizando personal humano e invitando a la mayoría a ser adictos a su propia trama de envidia y desajustes social. La tensión que se vive a diario en el palacio de gobierno sobrepasa los últimos días de Richard Nixon en USA, sin mencionar a Edipo Rey, de Sófocles, donde los protagonistas, descubren como detectives, que el criminal es el jefe del palacio de gobierno.

Estas próximas elecciones para presidente en la Republica Dominicana presentan un escenario de la vida cotidiana, con la incorporación de la erradicación de un tabú para liberar un combate a muerte con fieras humanas enloquecidas por la ambición, Ramfis se dio cuenta que el heroísmos dominicano había sucumbido ante la ambición de mafias cavernarias, iniciando una camino a la superación del ser humano con un discurso que pudo haberlo iniciado cualquiera de los políticos; pero ellos son parte del pastel.

Ramfis es una prueba de fuego para los dominicanos, podría ser una especulación teórica que tiene que ver el todo con mi propia experiencia, pero vale la pena el experimento social con honestidad que Ramfis propone. Esta diatriba política a que estamos sometidos tanteando las tinieblas de la desolación y el masturbismo asqueroso de los personajes que manejan el país, tiene que terminar, si no lo intentamos con seriedad será imposible.

Si analizamos el contenido de la propuesta de Ramfis la vocación y su talento, los demás tienen la mente atascada en la propia traición de su conciencia, no logran emprender el camino ni se asocian a la otra suposición por fuerte que sean sus propuestas, ahora tienen la oportunidad de nuevo, ¿se quedaran fuera?

Para los dominicanos es la única propuesta creíble que tenemos hoy con visión acabaremos con todas las arbitrariedades formales para encontrar una nueva estructura humana que desplace la corruptela del régimen abusador que nos oprime. Los últimos años hemos sido víctima de experimentos contagiosos desde Brasil, que nos ha embarcado y deteriorado nuestra propia vida y existencia. Acabemos ya con el vendedor de milagros que tenemos en el palacio de gobierno, ese fantasma que pulula en la mente de la dominicanidad alejándonos de los principios duartianos, pero serán enterrados en el zafacón de la basura y el estiércol inservible.

No podemos dejar pasar el comentario del odio del palacio de gobierno, profesado con la fortaleza de un gladiador romano para la demolición de la clase media y la perturbación de la juventud que hoy pulula por las calles aferradas al crack y él te de amapola porque no puede para más.

El país no entiende este gobierno, debemos tirarlo a la basura dicen algunos. Por fortuna no creemos que pase mucho tiempo más sin que nadie lo mande al infierno donde el diablo tendrá su propio castigo.

Por Román Polanco

 

 

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