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23 de abril 2024
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OpiniónEnrique Aquino AcostaEnrique Aquino Acosta

Historia de la inmoralidad de los papas (3/3)

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Debido al  estilo  de vida  corrompido  que  tuvieron muchos  papas,  hasta las  personas  no  creyentes,  se  avergonzaran  de ellos, cuando se enteraban que cometían  adulterio, fornicación, sodomía, incesto, asesinatos, robo  o  mentían. Estos  pecados fueron muy comunes entre los papas.  Por eso, los invito a  que  mediten en  los  casos más escandalosos  de la corrupción papal.

Papa Sergio II (904-911) Ocupó  el  trono papal  por siete años  y  lo  obtuvo, mediante asesinato. Los  archivos  del  Vaticano  dan cuenta  de su conducta inmoral.  Sostuvo  relaciones sexuales  con  Marozia,  prostituta a la que le  engendró varios hijos ilegítimos. Por eso, Boronio  y  otros escritores  eclesiásticos,  lo describieron como un “monstruo” y “criminal  aterrorizante”

Se supo  que su concubina,  Marozia,  imitaba  a la diosa madre de Babilonia, Semiramis,  al  vivir,  dentro  de  la corte papal,  con la pompa  y  lujuria que caracterizó al  poderoso imperio romano.  Tanto  ella como   otra  mujer,  llamada  Teodora,  llenaron  el palacio papal de “hijos bastardos  y  lo convirtieron en un laberinto de ladrones”. Por eso, el  papado  de  Sergio II   inició  “el reinado papal de los fornicarios”

Papa Juan  X.  Teodora  hizo  que Juan, un hombre que había sido enviado a  Ravena como obispo, volviera  a Roma  y  lo nombró Papa, para de esa manera, saciar sus deseos  carnales. No obstante,  su  reinado  terminó  en  tragedia, porque Marozia lo asesinó.

Papa  León  IV (928-929)   Después que Marozia   asesinó  al Papa Juan  X  puso  a  León  IV en el cargo. Sin embargo, al  enterarse  que él “había entregado su cuerpo a otra mujer más descarada que ella” lo asesinó también.

Papa  Juan XI.  Era  uno de  los  hijos ilegítimos  que  engendró  Sergio II   a  Marozia.  Ella   lo  puso en el trono papal, siendo todavía un adolescente. Este tomó   el nombre de Juan XI. Sin embargo,  a consecuencia  de  un altercado  que tuvo  con enemigos de su madre, lo azotaron,  lo pusieron en la cárcel  y   murió  allí.

Papa Juan XII.  En el año 955, después de varios encuentros sangrientos,  un nieto de la prostituta Marozia  ascendió al  trono pontificio, bajo el nombre de Juan XII. Este se corrompió tanto, que los cardenales  formularon  cargos contra él, pero se negaba a  responder por ellos y  amenazó con excomulgar  a  sus  acusadores.

A pesar  de su negativa,  los cardenales  lograron  culparlo  de  cometer los siguientes crímenes y pecados: incendiar edificios,  tomar bebidas dedicadas a los demonios, invocarlos, obtener dinero de manera injusta, practicar juegos de azar  y de ser notoriamente inmoral.

El referido papa  convirtió  el  trono  papal  en “casa de prostitución pública”  y  provocó  que el  pueblo  se airara contra  él.  Debido  a su  conducta,  el obispo de Cremorne, Luitprand  dijo: “Ninguna mujer honesta se atrevía a salir en público, porque el papa Juan  no tenia respeto a mujeres solteras, casadas o viudas, puesto que  no respetaba, incluso, las tumbas de los  santos apóstoles, Pedro y Pablo”.

Como suele ocurrir en estos casos,  la vida del atrevido  pontífice terminó trágicamente, mientras cometía adulterio: el celoso y furioso esposo de la mujer lo mató.

Papa Bonifacio VII (984-985)   Llegó  y  se mantuvo en el trono  a base de dinero robado y  asesinato, pues, encarceló  y envenenó  al Papa Juan XIV  y estranguló   y  mató  a  Benedicto  VI.  Como consecuencia de ello, el pueblo  romano  arrastró  por las calles  su cuerpo desnudo y se lo echó  a los perros, pero  la mañana siguiente,  unos sacerdotes  piadosos lo enterraron secretamente.

El Papa Silvestre II lo consideró “un horrendo monstruo que sobrepasó  a todo mortal  en su maldad”, pero  la Enciclopedia Católica  lo cataloga  a él mismo  de ser “un mago que pactaba con el diablo”.

Papa  Juan XIV (985-996)  Este papa repartió  las finanzas de la iglesia a  los miembros de su familia y fue  catalogado de “codicioso, de torpes ganancias  y corrompido en todas sus acciones”

Papa Benedicto VIII (1012-1024)  Este papa “compró  el oficio  mediante chantaje”

Papa Juan XIX  (1024-1033)   Otro  de los  papas que compró el papado  y  cruzó, en un solo día, la escala de  los  títulos  eclesiásticos reconocidos.

Papa Benedicto IX (1033-1045)   Benedicto IX  fue elegido como papa a la edad de 12 años, mediante arreglos monetarios con las familias que controlaban a Roma. Este papa-niño creció en la maldad,   cometiendo  homicidios,  adulterios  y  permitiendo  que robaran  a los peregrinos que visitaban las catacumbas. Fue catalogado como un horrendo criminal  y  lo desterraron  de Roma.

El nivel   de  la   corrupción  era  tan  alto, que el  cargo de papa se compraba y  se vendía. En vista  de  ello,  los comerciantes seculares  intervienieron  en   el nombramiento de los papas. Por eso,  Enrique III, emperador de Alemania,  eligió  a Clemente II (1046-1047), debido a que  los sacerdotes romanos  eran  corruptos, deshonestos   y  fornicarios.

Papa Inocencio III (1194-1216)   En  materia de homicidios,  sobrepasó a sus predecesores. Asesinó más de un millón de supuestos herejes y  promovió  la  práctica  más grave del fanatismo  y  la intolerancia religiosa: la Inquisición.  Este sistema estuvo vigente más de 500 años, como forma de retener el poder.  Solo  Dios sabe ¿cuántas   personas  fueron muertas por no estar de acuerdo con  las enseñanzas de la Iglesia católica Romana?

Papa Bonifacio VIII (1294-1303)  Este papa practicó  la brujería  y llamó mentiroso e hipócrita a Cristo.  Profesó el  ateísmo  y negó  la existencia de la vida eterna. Fue  un  homicida  y pervertido sexual.  Sin embargo, escribió la bula Unam Sanctum, en la que declaró  que la Iglesia  católica  era  la “única  y  verdadera” y que una persona salvaba el alma  perteneciendo a ella  y  sometiéndose al papa de Roma.

Para este  representante del anticristo, la salvación del  alma se obtenía  por medio de la Iglesia  Católica  y el papa de Roma. Negaba  a  Cristo como nuestro  único medio de salvación y por eso, lamentablemente,  muchos católicos siguen pensando como él. ¡Que Dios  tenga misericordia de ellos y los ilumine!

Durante  el reinado de Bonifacio VIII, Dante, el autor de “La Divina Comedia”  visitó  Roma  y  describió el Vaticano como “el alcantarillado de la corrupción”  y  lo puso a él, a  Nicolás III  y  a  Clemente V  “en las profundidades del infierno”. Otro  crítico  del estilo de vida vaticano  fue  Petrarca, quien lo definió  como  un  “centro de violación, adulterio y  de toda clase de fornicación”.

Papa Juan XXII (1410-1415)  Por otro lado, los papas se   acusaban  y   se insultaban durante las reuniones conciliares. Juan XXII  compareció  ante el Concilio a dar cuenta  de su conducta y   37  obispos y  sacerdotes lo  acusaron  de fornicación, adulterio, incesto, sodomía, hurto y homicidio. También, presentaron pruebas de que había violado 300 monjas y  200  muchachas  de Bolonia, quienes habían sido víctimas de su lujuria.

El  Concilio  solo pudo culparlo de haber cometido 54 crímenes y  lo depuso del papado, pero  él optó  por  huir,  para no ir a la cárcel.  Un  informe del Vaticano  indicaba  que el papa Juan XXII  “cometió perversidad con la esposa de su hermano, incesto con santas monjas, tuvo relaciones sexuales con vírgenes, adulterio con casadas  y   otros actos contrarios a la vida  y enseñanzas de Cristo”.

Pero eso no fue todo. También aumentó su fortuna personal, poniendo impuestos  a todo, incluso, a  la prostitución, la usura y  los  juegos de azar.  Lo   llamaron “Diablo encarnado” y  fue considerado “el  más depravado criminal que se haya sentado en el trono papal”

Papa Pio II (1458-1464)  Se caracterizó  por  seducir a  las  mujeres  y  engendrar   numerosos hijos ilegítimos. Era  experto en  métodos de auto indulgencia y fue seguido por Pablo II (1454-1471),  quien  mantuvo  una  casa llena de concubinas  y  la tiara papal  con joyas que valían más que un palacio.

Papa Sixto IV (1471-1484) Tuvo dos hijos ilegítimos con su manceba Teresa y los  hizo cardenales, junto  a ocho de sus sobrinos, aún niños. Financió sus guerras con la venta de posiciones eclesiásticas y usó  el papado para enriquecerse él y su familia. Se  ha dicho que  rivalizaba  con los césares, en lujos y extravagancias  y  su  familia  sobrepasó  en riquezas  y  pompa,  a  las familias distinguidas de Roma.

Papa Inocencio VIII (1484-1942)   Engendró 16 hijos en  varias mujeres. Multiplicó  los oficios  clericales,  los vendió  por altas sumas de dinero y  permitió corridas de toros en la Plaza de san Pedro.

Papa Alejandro VI (1492-1503) Su nombre original era Rodrigo Borgia  y llegó al papado mediante chantaje con  los cardenales.  Mientras se desempeñó como cardenal  y arzobispo, tuvo  relaciones sexuales  con una mujer llamada Vanozza  y con Rosa,   su hija,  a  la que engendró  cinco hijos. Asimismo, cuando lo coronaron como papa nombró  uno de sus hijos menores  cardenal  en Valencia y vivió en incesto con  dos de sus hermanas y  su hija Lucrecia,  con quien tuvo dos hijos. También  realizó, dentro del Vaticano,  la orgia sexual más  grande que ha conocido  la humanidad.

Papa Pablo  III (1534-1549)   Siendo todavía cardenal,  engendró  4 hijos  y celebró  el bautismo a dos de sus biznietos el día de su  coronaron como papa. También  designó  2  de sus sobrinos como cardenales.  Incluso,  consultaba los  astrólogos y  llegó  a  celebrar festivales con  cantantes, bailarinas y  bromistas  dentro de la casa papal.

Papa  León  X (1513- 1521)   Antes de cumplir  13 años fue elegido  para  27 oficios clericales distintos, que  consideraba  medios de ganancia  y  los usó para comprar  el cargo de papa y pensaba que quemar herejes era una orden divina.

Por aquellos días, viajó Martin Lutero a Roma y se dio cuenta que no era una ciudad santa, debido  al  nivel de corrupción que había dentro del clero. Describió  la conducta de  los papas  peor  que la de los emperadores paganos y criticó los banquetes que se hacían  en la casa papal con  mujeres desnudas. En fin, vio cosas increíbles y oyó  la frase que decía: “Si hay infierno, Roma está construida sobre él.”

¿Hubo papa femenino?

Otra experiencia que desagradó a  Lutero  en  Roma fue ver en  la vía pública  la  estatua de una papisa. Esta tenía, entre el cetro y la mitra papal,  un  niño en los brazos, lo que le llamó poderosamente la atención.  Representaba  una mujer llamada  Juana, que había nacido  en la  tierra del Rhin, en Ingleheim  y  era muy  aclamada por su sabiduría.

La habilidosa mujer se había disfrazado de hombre, para ingresar al  famoso monasterio de Fulda, próximo a Frankfurt. Estudio allí y en  Inglaterra y Atenas. Su aval académico  le permitió  trabajar como  profesora  en  la Schola Graecorum de Roma,  o Colegio de Diáconos, donde ganó tanta influencia como hombre, que fue elegida papa.

Ella tenía más de dos años ocupando el  pontificado, cuando se descubrió su condición de mujer, mientras iba en una procesión. Comenzó  a sentir  fuertes dolores en el vientre  y  de inmediato dio a luz un niño, que lamentablemente, le produjo la muerte. Por esa razón, se  le  erigió  una  estatua en aquel lugar.

Hasta donde sabemos, ha sido el único papa femenino que ha existido dentro del  catolicismo romano y por razones obvias, el Vaticano ha ocultado esta historia, debido a que rompe  la supuesta doctrina católica de la “sucesión apostólica”.

Sin embargo, tuvo presente en las  discusiones  previas a la Reforma  y  los propios papas la conocían. El papa Anastasio  la menciona en el escrito titulado “Historia de los pontífices romanos” y por esa razón, los candidatos a papa tuvieron que someterse  a  examen físico,  hasta el  siglo XV,  para evitar que se repitiera  el caso de la papisa Juana.

En conclusión,  el nivel de  inmoralidad  que ha caracterizado   la vida  de los papas mencionados,  no significa  que  todos fueran tan  corruptos  como ellos. Se han  citado  los peores, para  demostrar que la “sucesión apostólica”  y  la infalibilidad  de los  papas  carecen de fundamento.

Por tanto,  resulta contradictorio  que  los papas  se hayan  hecho llamar “Santos Padres”, “Vicarios de Cristo” “Obispos de Obispos”  y  “Sumos pontífices”, cuando en realidad han sido de todo, menos  santos.

Tampoco  fueron  sucesores de Cristo  y  de Pedro, como han pretendido  y   se explicó en el artículo anterior, sino, que provienen de un sacerdocio pagano, que representa los principados, potestades  y  autoridades, “que el judaísmo reconoció como categorías de espíritus  en el siglo I”, contra  estos  debe dirigirse la lucha espiritual  de  cada verdadero creyente en Jesucristo (Efesios 6:12)

También hay que señalar, que  el Vaticano  sigue siendo la cabeza visible de  un  poderoso imperio político–religioso, llamado  catolicismo  romano,  que se hace  pasar  como  representante del Dios Todopoderoso  en la tierra, siendo un  gobierno humano, que  funciona mediante embajadas  y  embajadores en  distintos países.

En  vista de que Dios no quiere que se pierda ninguna alma, EL llama  al papado actual, junto a sus  cardenales, obispos, sacerdotes, religiosas, diáconos  y   feligreses,  a que se arrepientan  de sus pecados y se conviertan al Evangelio. Los  llama  a  que  promuevan  su  reino  y  su justicia, mediante la enseñanza, predicación, fe  y   obediencia a  su Santa Palabra (La Biblia)

Los  llama  a que prediquen, específicamente,  el Evangelio  de  arrepentimiento,  para perdón de pecado,  en los hogares, en la comunidad, en los centros de trabajo, las escuelas, las  universidades, las iglesias, hospitales  y  en otras  instituciones. Por último, los  llama, encarecidamente, a que abandonen los ídolos y  vivan  en santidad.

Fuentes consultadas:

  1. Biblia Plenitud, versión Reina Valera, 1960
  2. Ralph Woodrow, “Babilonia, Misterio Religioso” (antiguo y moderno) Págs.142-153. Temas varios. Ref. 22.00.74, IBSN 84-599.5994-5

Por: Enrique Aquino Acosta

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