Uno de los temas obligados en todo lo que tiene que ver con la vida social y política del momento, lo constituye el señalamiento del Ing. Hipólito Mejía de que le interesa volver a ser candidato presidencial en el 2020, con miras a regresar al Palacio Nacional y gobernar la República Dominicana.
Yo les he hablado de lo extraordinariamente desastroso que fue para nuestro país el desgobierno del período 2000-2004 encabezado por Hipólito y, por el momento, no voy a repetirles lo mismo, aunque, sí es bueno recordarles, que ese mandato ha sido el más corrupto y el peor de todos gobiernos democráticos que ha tenido nuestro país en toda su historia.
Ahora bien, no podemos pretender tapar el sol con un dedo y, es sumamente importante, que analicemos fríamente la situación actual, pues, dependiendo de lo que hoy hagamos y de cómo nos manejemos en los cerca de tres años y medio que nos separan de las próximas elecciones, podría definirse el futuro del país.
Si nos enfocamos en el Lic. Danilo Medina y el excelente Gobierno que está desarrollando, muchos podrían asegurar que nadie le ganaría unas elecciones al PLD pues los resultados, en cuanto al progreso y el desarrollo del país han sido beneficiosos para la mayoría de los dominicanos y, lo mismo se podría argumentar de los gobiernos encabezados por el Dr. Leonel Fernández.
Sin embargo, una oposición desorganizada, que anda manga por hombro y, sin un Líder que la aglutine, ha puesto en tela de juicio ante la opinión pública, la ejecución de este mandato de Medina y de los anteriores del PLD, poniendo a todo el mundo a hablar sobre posibles actos de corrupción por funcionarios estatales, cuyas acciones han podido realizar, supuestamente, con total impunidad.
Asimismo, es también un tema de actualidad el posible desmoronamiento del poderío electoral del PLD, debido a las luchas internas que tiene ese partido.
La principal preocupación que embarga a los peledeístas, es la relativa a lo que podría ser el intento de una nueva repostulación del Lic. Danilo Medina, lo cual tendría el rechazo del Dr. Leonel Fernández y su gente, ya que, a este último podría interesarle volver a ser Presidente del país.
A esto se le unen los intereses particulares de otros dirigentes del PLD, a quienes también les gusta la idea de llegar a dirigir nuestra nación, los cuales, mientras Danilo y Leonel aspiren, no tienen ninguna posibilidad.
Esta situación interna del partido de Gobierno, de no ser manejada adecuadamente, traería como consecuencia un debilitamiento de su fortaleza, lo que sería aprovechado por la oposición, para tratar de quedarse al frente del Palacio Nacional.
Si a esto le sumamos lo que es el desgate normal que sufren los partidos, cuando es el mismo el que dirige por mucho tiempo el Estado, a las elecciones del 2020 el PLD llegará con un mandato consecutivo de 20 años al frente de la cosa pública y, eso también se sumaría en contra de sus pretensiones de continuar en el poder.
Aquí entra la importancia que podría llegar a tener el Ing. Hipólito Mejía para los que no quieren seguir siendo gobernados por el PLD.
Antes de continuar con mi análisis, quiero decirles que, un líder es la persona que encabeza y dirige un grupo o movimiento social, político, religioso, etc .
Que existen líderes buenos y malos, aunque esto, a veces depende del cristal con que se mire, ya que, para mí, Leonel y Danilo son mejores que Hipólito, pero, para usted, podría ser todo lo contrario.
En ese sentido, nadie puede negar que en estos momentos de nuestra vida democrática, la República Dominicana cuenta con tres grandes Líderes que son, Danilo Medina, Leonel Fernández e Hipólito Mejía.
Ellos tres han dirigido la nación y esa experiencia, primero les da una categoría diferente a todos los demás que pudieran estar interesados en gobernarnos y, segundo, les asegura una cantidad de seguidores, la cual es directamente proporcional a los agradecimientos que les pudieran tener y, al recuerdo positivo o negativo de sus respectivas gestiones.
Del Ing. Hipólito Mejía habrán muchos recuerdos negativos por lo que conocimos los que tuvimos la mala suerte de vivir sus cuatro años de Gobierno, pero, al mismo tiempo, existen muchos que se beneficiaron de su mala administración y, les encantaría volver a disfrutar de las mieles del poder, sobre todo, después de 20 años de estar fuera del mismo.
Si a esto le sumamos la posibilidad de que el liderazgo carismático de Mejía, el cual con su manera de ser atrae la gente como la abeja al panal, le agregamos el hecho de que existen varias nuevas generaciones que desconocen el nefasto pasado vivido bajo su dirección y, si los opositores del gobierno aceptan que de la única manera que tienen posibilidades de llegar al poder es mediante una unión monolítica de todos, bajo un solo liderazgo y, se ponen de acuerdo en que ese Líder sea el ex Presidente, es seguro que Hipólito podría echarle jabón al sancocho del PLD.