EL NUEVO DIARIO, LIMA.- El congresista Kenji Fujimori agradeció hoy al presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, el indulto otorgado hoy a su padre, el expresidente Alberto Fujimori, quien cumplía una condena de 25 años de prisión por violaciones a los derechos humanos y corrupción.
«Quiero agradecer, en nombre de la familia Fujimori, al presidente Kuczynski por el noble y magnánimo gesto de brindarle el indulto humanitario a mi padre. Estamos eternamente agradecidos con usted. Dios lo ilumine», escribió Kenji Fujimori en su perfil de la red social Twitter.
Kuczynski firmó el indulto a Fujimori solo tres días después de que se salvara de ser destituido del Congreso gracias a los votos de Kenji Fujimori y otros nueve congresistas fujimoristas, que votaron de manera distinta al resto del su grupo parlamentario, cuyo partido dirige Keiko Fujimori, hija mayor del exmandatario.
Kenji, el parlamentario más votado en las dos últimas elecciones, había solicitado a Kuczynski el indulto para su padre en diversas ocasiones anteriores, mientras que Keiko prefirió buscar la libertad del expresidente en los tribunales.
El indulto a Alberto Fujimori, de 79 años, es por razones humanitarias, al padecer una «enfermedad progresiva, degenerativa e incurable», con riesgo de agudizarse por las condiciones carcelarias, según un comunicado de la Presidencia de Perú.
Al expresidente le habían rechazado en 2013 y 2016 dos solicitudes de indulto humanitario por considerar que no reunía las condiciones.
Fujimori permanecía en una prisión construida expresamente para albergarlo, en la base de la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes) de la Policía Nacional del Perú (PNP), y contaba con asistencia médica permanente.
Periódicamente era trasladado a clínicas de Lima para tratarse algunos males crónicos que padece, como una hernia, hipertensión, gastritis, arritmia y unas lesiones en la lengua, conocidas como leucoplasia, de la que fue operado hasta en seis ocasiones.
El expresidente Fujimori (1990-2000) fue condenado en 2009 a 25 años de cárcel por la autoría mediata (con dominio del hecho) en las matanzas de 25 personas en 1991 y 1992 perpetradas por el grupo militar encubierto Colina, y el secuestro agravado de un periodista y un empresario en 1992. EFE
