La República Dominicana debe ser higienizada. En este caso queremos referirnos exclusivamente a la basura, para no ponernos muchas tareas al mismo tiempo. Es penoso como se observan las calles, nuestras costas, los espacios abiertos, las carreteras y las avenidas. Donde quiera que nos desplacemos hay suciedad, casi como norma general.
Aún en las áreas en que hemos logrado construir buena infraestructura, la basura predomina en el ambiente. Es una situación contaminante física y visualmente. Un atentado a la salud pública y algo despreciable para una sociedad que merece vivir mejor. El problema es de educación y de eficacia de las autoridades nacionales y municipales que no asumen su responsabilidad.