El año 2020 quedará en la historia como uno de los más traumáticos. Fue el año de la primera pandemia global, debido a lo interconectada que vive hoy la sociedad. Hubo otras grandes pandemias en el pasado, pero no abarcaron a la humanidad como la presente pandemia del COVID-19 generada por el coronavirus SARS-CoV-2 que surgió en Wuhan, provincia de Hubei, China en diciembre de 2019. Precisamente la palabra coronavirus que marcó el comienzo de este año, nos indica que el 2020, es el año que inicia lo que podría ser la era de las pandemias.
Cuando se supere la presente pandemia del COVID-19, el problema no habrá terminado. Habrá que ver si el hombre ha aprendido las lecciones y si la humanidad es capaz de readaptarse y reinventarse para sobrevivir a la nueva realidad.
Será necesario, a partir de ahora, el surgimiento de nuevas y creativas formas de gobiernos y liderazgos, en los cuales se dé más cabida al conocimiento en la gobernanza. Necesitamos más filósofos, matemáticos, epidemiólogos, microbiólogos. Los gobiernos han de demostrar la preponderancia de la ciencia para que la humanidad pueda sobrellevar lo que es evidente acaba de comenzar en este 2020, la era de las pandemias.
Miren señores, mientras el mundo se encaminaba a este nuevo desafío que ha supuesto el COVID-19, ocurrían otros hechos importantes a través del globo terráqueo. Pretendemos presentar, desde el punto de vista de su conflictividad, algunos de los hechos globales más trascendentes del año 2020 que acaba de concluir.
LA MUERTE DEL GENERAL QASEM SOLEIMANI
El 3 de enero, el ámbito internacional fue convulsionado por la muerte en Bagdad, Irak y mediante drones del general Qasem Soleimani, jefe de la Fuerza Quds, unidad elite, usada por la Guardia Revolucionaria de la República Islámica de Irán para extender su influencia en Oriente Medio y más allá.
Soleimani, era un estratega militar de alto nivel que en 2012 organizo la Fuerza de Defensa Nacional por encargo del presidente sirio, Bashar al Assad. También tuvo un papel destacado en la organización de la coalición de milicias chiitas iraquíes conocidas como Fuerzas de Movilización Popular (PMF) creadas para luchar contra el Estados Islámico y que se han integrado en las fuerzas armadas de Irak. Estas acciones impidieron la caída de Bagdad y Damasco y el general fue una pieza importante para que Moscú se uniera en Siria a la lucha contra el terrorismo.
Dado su destacado papel en la guerra contra el Estado Islámico en Irak y Siria, Soleimani adquirió visibilidad. Ocasión en que su papel convenía a los intereses de Washington. En la categoría de Defensa y Seguridad, encabezó la lista de pensadores globales de la revista «Foreign Policy» en el año 2019. En el segundo lugar se situó la entonces ministra de defensa de Alemania y hoy presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen,
A la hora de su muerte el general Soleimani estaba organizando en Irak la desestabilización de este país para que los estadounidenses tuvieran que retirar sus fuerzas que tienen allí estacionadas desde la invasión del 20 de marzo del 2003. Por esta muerte, Irán prometió una gran venganza y el mundo se preocupó, pero Irán solo lanzó una veintena de misiles contra dos bases militares en Irak donde Estados Unidos mantenía tropas estacionadas. Estos ataques no causaron bajas, pero a partir de ese momento, las declaraciones de Washington y Teherán, fueron bajando la tensión.
De manera que, la muerte del general Qasem Soleimani es uno de los hechos conflictivos de trascendencia global que nos dejó el año 2020 y que ocurrió cuando nos estaba invadiendo y aun no lo sabíamos el SARS-CoV-2 que ocasionó la pandemia del COVID-19.
LA EXPLOSIÓN EN BEIRUT
El mundo reaccionó conmocionado el 4 de agostopor las gigantescas explosiones ocurridas en el puerto de Beirut la capital del Líbano. 2,750 toneladas de nitrato de amonio estallaron de repente arrasando el centro de la ciudad y dejando 190 muertos, 6500 heridos, 3 desaparecidos y cientos de miles de personas sin hogar.
Este hecho muestra la fragilidad del Estado libanésdonde el Hezbolá de Hassan Nasrallah tiene una fuerte incidencia dentro del propio Estado y actores externos y vecinos muy fuertes dirimen sus diferencias usando Líbano como tablero. El gobierno ha manejado la hipótesis de negligencia de las autoridades y junto a Hezbolá se han cuidado de no responsabilizar a Israel por las implicaciones que tendría en el estatus quo actual.
Este material empleado para fertilizantes, pero también para explosivos había sido mantenido en esos almacenes por 6 años tras ser incautados. A pesar de que los diferentes gobiernos desde el 2013 habían recibido advertencias sobre estos químicos en el puerto. Incluso un informe preparado por la seguridad del Estado refiere que tan cercano como el 20 de julio de 2020 fue enviada una carta al presidente Michael Aon y al primer ministro respecto de esto.
Esto demuestra que, desde antes de la explosión, el Líbano venia ya muy complicado. En el 2019 se generaron una serie de protestas cuyas demandas aún no han recibido respuestas. La crisis financiera y económica se ha acrecentado con la pandemia complicando aún más el establecimiento de las bases de una estabilidad relativa. Para comprender la situación, basta con conocer que Líbano es el Estado que más refugiado recibe de Siria desde que allí estalló la guerra civil en 2011.
CONFLICTO ENTRE ARMENIA Y AZERBAIYÁN POR NAGORNO KARABAJ
Otro conflicto que impactó el año 2020 como globalmente trascendente ocurrió el 27 de septiembre al sur del Cáucaso, entre el mar Caspio y el mar Negro, específicamente en Transcaucasia, cuando fuerzas de Azerbaiyán atacaron y conquistaron pueblos bajo control de separatistas armenios étnicos en Nagorno Karabaj, y entraron en guerra contra el ejército de la República de Armenia con el apoyo de Turquía y la mirada ciega de Rusia. Tras semanas de guerra, con la pandemia de trasfondo, la comunidad internacional parecía no darle importancia a lo que en aquella región ocurría.
La región de Nagorno Karabaj, es un territorio enclavado en Azerbaiyán, pero habitado en su mayoría por armenios, se autoproclamo república independiente en 1991, lo que no fue reconocido por Azerbaiyán, pero fue apoyado por Armenia. A esto siguió una guerra entre Armenia y Azerbaiyán que se cobró la vida de más de 30 mil personas, prolongándose hasta 1994 cuando a instancias de Rusia se firmó un armisticio. Decenas de poblados y territorios fueron arrancados del control azerí entre ellos el distrito de Lachín por donde se construyó el corredor de Lachín, que asegura la conexión por tierra de la autoproclamada república que desde 2017 se llama República de Artsaj.
El alto al fuego firmado el pasado 9 de noviembre a instancias de Rusia, consagra la victoria de las fuerzas azeríes sobre el terreno. Bakú ha reconquistado amplios territorios en poder de los armenios por cerca de 30 años y sobre todo Shushá segunda ciudad en importancia de la República de Artsaj que fue capital de Artsaj, décima provincia del reino medieval de Armenia. Además del valor histórico que tiene para los armenios, es un símbolo de gran significado para Azerbaiyán, cuna de algunos de su poetas y escritores.
La toma de Shushá dio al presidente de Azerbaiyán Ilham Aliyev la oportunidad de imponer la paz bajo sus condiciones. Algo terrible para Armenia para quien Nagorno Karabaj es un tema incardinado en el orgullo nacional. A pesar de que Armenia alberga en su territorio una base de Rusia y formar con esta y otros Estados de la región la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, estuvo sola en este conflicto y solo después que Aliyev consumó su victoria apareció Vladímir Putin gestionando el acuerdo de paz vigente. Armenia ha quedado a lo interno inestable en términos políticos y las protestas y pedidos de renuncia contra el primer ministro Nikol Pashinián no cesan.
Stepanakert la capital de Nagorno Karabaj está a salvo de momento, al igual que algunos territorios que le quedaron y el corredor de Lachín que la conecta con Armenia, pero han quedado desguarnecidos al perder los territorios contiguos que le servían de zona de seguridad y es solo cuestión de tiempo para que en una hipotética nueva ofensiva Azerbaiyán les dé, el golpe de gracia. Por lo pronto van a continuar con una autonomía de facto. Pero, está presente el riesgo de perderlo todo.
LA DERROTA DE DONALD JOHN TRUMP
Hasta el presente, la mayoría de los presidentes estadounidenses que se han propuesto la reelección lo han logrado con tan solo 4 excepciones que registra la historia: Herbert Hoover (1932), Gerald Ford (1976), Jimmy Carter (1980) y George Herbert Walker Bush (1992), a los que ahora se le suma Donald John Trump (2020) que fue derrotado por el demócrata Joseph Robinette Biden Jr,
Trump cierra el año 2020 derrotado y negando la realidad, pues a pesar del contundente triunfo de Biden que será juramentado como el cuadragésimo sexto presidente de Estados Unidos el próximo 20 de enero del 2021, Trump nunca aceptó el resultado de la elección presidencial. Si bien, perdió el voto popular por más de 7 millones de sufragios (81.28 millones contra 74.23 millones) y el voto del colegio electoral por 74 votos (306-232). También perdió en todas las instancias judiciales en las que presentó la denuncia de que había ocurrido un gran fraude en su contra por carecer de pruebas y argumentos.
Aun así, Donald Trump nunca aceptó su derrota y mucho menos la victoria de Joe Biden. Donald Trump, el hombre que hirió de muerte el multilateralismo, negó la ciencia (calentamiento global, o la peligrosidad de la pandemia) acabó negando también la realidad.
UNA LUZ AL FINAL DEL TÚNEL: LLEGÓ LA VACUNA
Así como los momentos grises anteriormente mencionados marcaron el año 2020, hay una noticia que llegó con el final de año como un bálsamo de esperanza y con ella llegó la palabra vacuna, rompiendo el reinado de las palabras que oscurecieron el 2020: coronavirus, pandemia, COVID-19.
A principios de noviembre, las biofarmacéuticas Pfizer-BioNTech y Moderna anunciaron por separado haber logrado vacunas contra el coronavirus con más del 90% de eficacia que evitan que las personas contraigan el SARS-CoV-2 el nuevo coronavirus que produce el COVID-19. Luego de esto otras biofarmacéuticas anunciaron logros similares. Sin dudas una noticia esperanzadora para la humanidad.
Sin embargo, este gran logro de la ciencia no debe llevar al hombre, una vez superada esta pandemia con la vacuna, a pensar que puede continuar la vida como la llevaba antes, que la historia puede seguir igual que como ya iba. Por el contario debe llevarle a repensar su vida en el planeta tierra, así como todas sus acciones, considerando que el 2020 nos dejó el inicio de la era de las pandemias. La ciencia, sin lugar a dudas tiene herramientas para enfrentar lo que viene, pero es necesario un gran cambio, en todos los órdenes. para salir airoso.
Por Alfredo De la Cruz