Si bien es cierto que ante la amenaza de un desastre natural, República Dominicana, a través del COE, ha dado un salto exponencial en los últimos años, no es menos cierto que debemos seguir avanzando, y que para poder subir al nivel de excelencia que se observa en los países del primer mundo necesitamos aplicar un principio básico: planificación.
En todo lo que hagamos, para que nos salga bien y poder obtener los resultados deseados, tenemos que hacer una planificación estratégica, y esto es mucho más importante que lo hagamos como nación, a fin de prever situaciones y no actuar después que ocurren las tragedias. En algunos aspectos hemos hecho planes y de ahí el éxito del COE, pero nos falta algo fundamental y es crear un fondo de emergencias.
Sabemos que el gobierno, desde que ocurren inundaciones, desastres y situaciones de semejantes, activa el plan de emergencia, a través de las instituciones pertinentes como los Comedores Económicos, Plan Social, Obras Públicas y otros intervienen las zonas afectadas y llevan ayuda humanitaria en esos momentos difíciles, pero el tema económico en una nación como la nuestra siempre es importante cuidarlo, cualquier fenómeno de la naturaleza que nos golpee de manera inesperada puede cambiar el rumbo de todo el equilibrio fiscal.
Una nación pequeña y vulnerable frente a fenómenos como huracanes, terremotos y lluvias torrenciales, debe crear un fondo especial de desastres e incluirlo en el presupuesto nacional cada año como una partida especial, iniciar con un monto no enorme e ir poco a poco incrementándolo hasta el punto de tener previsto dónde recurrir en caso de catástrofes, sin tener que impactar las finanzas públicas destinadas para otros asuntos no menos importantes. Reconstruir casas, puentes, brindar garantías a los productores agrícolas, carreteras y muchas otras situaciones que se presentan es mucho más fácil si creamos un fondo.
En caso de que ese fondo exista, no se ha dado a conocer de la manera correcta, en el año 2013 se firmó un acuerdo con organismos internacionales para darle forma a un fondo parecido al que planteamos, pero si se ha ejecutado, no es de dominio público.
En la planificación está el éxito de los países desarrollados, necesitamos de manera urgente crear ese fondo, y de esta manera, además de evitarnos dolores de cabeza, también enviamos otra enseñanza al pueblo: hay que tener cultura de planificación y ahorro para momentos difíciles.