Pareciera que a lo interno del gobernante PLD, y del gobierno en sus esferas político-partidista, la figura de Margarita Cedeño de Fernández no cuenta a la hora de potenciar figuras con miras a las elecciones generales del 2020.
El error, quizás que se puede atribuir al machismo, o a considerar que la Vicepresidenta de la República dejaría el camino libre a su marido, tres veces Presidente de la República, para que optara por volver.
Pero Margarita Cedeño es una realidad política, una figura con trabajo y magnífico posicionamiento propio que está lista para gobernar y cuenta con el respaldo de una gran cantidad de dominicanos algo que aparece en todas las encuestas tanto del gobierno como de la oposición.
Hay una labor social realizada, una permanencia en la segunda posición del estado que le da experiencia y la coloca en la nada envidiable posición de ser la Vicepresidenta más creativa, más cercana y más capaz de los últimos años.
Osar, por las razones que sean, dejar de lado la figura de Margarita Cedeño como posible candidata a la Presidencia de la República es desconocer no sólo el valor de ella sino el de todas las mujeres dominicanas algo políticamente estúpido, e ignorar que los tiempos de los machistas ya han desaparecido.
Hay que contar en el PLD con Margarita, y hay que contar con ella en el espectro político nacional, ganado con su loable trabajo como Primera Dama y ahora como Vicepresidenta, el apoyo a Margarita es una realidad, y los pueblos escriben su historia en la medida en que valoran la vida y la obra de sus líderes, y la de Cedeño de Fernández supera con creces y con hechos, a lo que pueden exhibir muchos de los que aspiran a dirigir el país y no pueden admitir que una mujer los supera en inteligencia y capacidad política.