Santo Domingo 23 / 31 Soleado
ENVÍA TUS DENUNCIAS 829-917-7231 / 809-866-3480
19 de abril 2024
logo
OpiniónRafael Guillen BeltreRafael Guillen Beltre

¡Guías ciegos, que cuelan el mosquito pero se  tragan el camello! 

COMPARTIR:

UIAS CIEGOS, QUE CUELAN EL MOSQUITO, PERO SE TRAGAN EL CAMELLO! 

Evangelio Mateo 23, 24 

 

 Hay un precepto en el judaísmo que reza: Sabio es el que ve el futuro. Es justamente la sabiduría la corona en la cabeza del Rey, la corona es más que un accesorio en la gala del que domina, su verdadero rol se escapa a nuestras mentes, sin darnos cuenta, al creernos seguros de un camino, nos exponemos a los peligrosos desvanes de la existencia terrenal. 

 Gobernar en este mundo de máxima densidad es un oficio para ilusionistas, artistas del engaño, capaces de mostrarnos realidades falsas como veraces. Es por eso que el hombre en este mundo vive una dicotomía, afuera, la realidad que percibimos a través de los sentidos físicos, se vive en un estado de sueño profundo; dentro, la soledad (la esencia), aquí somos libres. En un sistema cerrado, la libertad es una amenaza. 

 Poco a poco nos han ido reduciendo esos espacios vitales desde los cuales podemos galantear nuestras ligerezas de desplazarnos a través del hiperespacio, riendo, saltando y deleitándonos con la simple contemplación de un instante, de esos que nos conducen al vivir viviendo, reflejándonos en la plenitud de nuestra esencia. Es justo el vacío quien nos revela la plenitud, la luz se nos revela en la oscuridad.  

 Las cadenas despiertan instintos terribles de libertad, y nacen las sendas, es que no saben que las clarinadas son un misterio que nos guarda con celo el destino. ¿No fue Saulo de Tarso, camino a la región de Damasco, quien recibió la revelación del Mesías?, de persecutor del movimiento mesiánico nazareno, paso a ser perseguido, pero antes, convertido (transformado). Moisés de príncipe de Egipto, se convirtió en Libertador de un pueblo (que no se le había revelado) bajo el yugo de Faraón. Jacob, el tramposo y engañador, quien robo la primogenitura a su hermano Esaú, se convirtió en ISRAEL y de su simiente, un pueblo libre que se expande, se agiganta, con promesa Divina de REENCUENTRO. 

 ¡Inmenso el drama de la vida existencial terrenal! Se nutre de contradicciones y despertares, su savia nos eleva a la copa del árbol de la vida y basta un instante para que inicie la redención o sanación de los desesperanzados. Vean cuan hermosas campean las huestes de ángeles con buenas nuevas de salvación para LA DOMINICANA, su potencia en su proclama redentora, ondea en el lienzo tricolor: “Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”.       

 

 Por Rafael Guillén Beltré 

Comenta

[wordads]