EL NUEVO DIARIO, ASUNCION.-Un artefacto de fabricación casera sería el utilizado para matar a los tres militares que el jueves se desplazaban en un camión por un camino de tierra en el norte de Paraguay, un atentado que apunta a la guerrilla Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), según la investigación preliminar de la Fiscalía.
La explosión destruyó el camión en el que viajaban los únicos tripulantes, acompañados en la distancia por otro vehículo con medida docena de integrantes de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC).
El fiscal Federico Delfino, del equipo designado por el Ministerio Público tras el atentado, dijo este viernes que el artefacto que explosionó al paso del camión era una garrafa de unos 13 kilos, cuyos componentes están por determinar.
«Estamos hablando de una muerte violenta, con bombas de fabricación casera según dicen los expertos, pero con alto poder destructivo. Es un hecho terrorista», dijo Delfino, citado en la cuenta social de la Fiscalía.
Delfino también corroboró que tras la detonación se produjo un intercambio de disparos entre los atacantes y los militares del otro camión, algo que fue confirmado el jueves por la FTC.
De acuerdo con la composición de los hechos, Delfino indicó que los autores dispondrían de «un punto de observación, desde donde también pudieron hacer disparos».
El atentado se produjo en los alrededores de una estancia en el departamento de San Pedro, según la Fiscalía a unos 36 kilómetros de un campamento de la FTC.
Asimismo guarda similitudes con el perpetrado en 2016 por el EPP, que mató a ocho componentes de la FTC al activar un explosivo al paso de un convoy militar en una zona rural del norte.
Los restos de los tres sargentos fueron trasladados a una sede militar en Asunción en la que esta mañana se ofició una misa con la presencia de familiares y del presidente del país, Mario Abdo Benítez.
El EPP, fundado en 2008 y al que las autoridades atribuyen unos sesenta asesinatos, entre policías, militares y civiles, tiene su área de influencia en la zona comprendida entre los departamentos de San Pedro y Concepción.
Financiado con la extorsión y el secuestro de propietarios de estancias agroganaderas, el EPP se llevó en septiembre pasado por la fuerza al exvicepresidente Óscar Denis, de 75 años, de quien se desconoce su paradero.
El político retirado, del Partido Liberal, fue secuestrado cuando viajaba en el vehículo con el que partió desde la estancia de su propiedad.
Desde el secuestro sus hijas sigue pidiendo una prueba de vida a la guerrilla, que exigió para su liberación el reparto de víveres entre varias comunidades campesinas por valor de dos millones de dólares, lo que la familia aseguró haber cumplido.
El atentado del jueves coincide con la reaparición de la Agrupación Campesina Armada Ejército del Pueblo (ACA-EP), grupo escindido del EPP que se creía desarticulado.
A inicios de este mes la ACA-EP reivindicó el secuestro de un hombre de 23 años, hijo de los dueños de una estancia en el departamento de Concepción.
El joven fue asesinado días después del secuestro y el cuerpo apareció en los alrededores de una localidad brasileña fronteriza con el departamento.
Ello después de que exigieran el pago de 200.000 dólares, que la familia anunció que estaba dispuesta a pagar.
El desenlace provocó una reacción crítica de la clase política ante la falta de resultados de la FTC, creada expresamente para la lucha contra la guerrilla.
