EL NUEVO DIARIO, BUENOS AIRES .- Varios grupos de movilizaciones provida se congregaron este jueves en el exterior del Congreso de Argentina, en Buenos Aires, para celebrar que se cumple un año desde que el Senado rechazó aprobar un proyecto de ley que pretendía despenalizar el aborto hasta el cumplimiento de la semana 14 de gestación.
Al igual que en esa ocasión, los grupos que defienden el rechazo de la iniciativa, portaron en la marcha los pañuelos celestes que representan el lema «salvemos las dos vidas», como los verdes simbolizan la defensa de la aprobación de la ley.
La portavoz de Unidad Provida, Camila Duro, señaló en declaraciones a Efe que parte de la responsabilidad es política, hecho que quieren reivindicar a pocos días de las elecciones primarias en Argentina que se celebrarán el domingo próximo.
«Lo que exigimos a los políticos es que cedan políticas públicas integrales con la defensa de la vida», manifestó.
Duro concluyó que «la realidad es que nadie quiere aborto», y lo que demandan desde su sector es «una prevención para que nadie tenga que morir por un embarazo».
El actor mexicano Eduardo Verastegui también asistió a la movilización, donde declaró que «hoy es un día histórico».
«Cada vez que la vida triunfa en un país, triunfa en un mundo entero», aseveró.
En la contraparte, los defensores del aborto legal se agruparon esta mañana en la sede social de Lavaca, colectividad que trabaja por que el proyecto se valide.
Claudia Acuña, su fundadora, consideró que «se siguen muriendo mujeres por abortos clandestinos todos los días».
«Desde que no se sancionó la ley, a los dos días ya había una persona muerta por aborto clandestino», subrayó.
La Ley de Interrupción Voluntaria de Embarazo fue aprobada el 14 de junio de 2018 por la Cámara de Diputados, pero no logró franquear la última fase parlamentaria en la de Senadores, al obtener 31 votos a su favor, 38 en contra, dos abstenciones y una ausencia (un total de 72 escaños).
El proyecto, que legitimaba abortar hasta la semana 14 de gestación y no solo en caso de violación o riesgo de salud para la madre -como ya lo contempla la ley vigente-, significó un punto de inflexión en el país y originó un fuerte frente de debate tanto en el interior del oficialismo como en la oposición.
Además de la despenalización del aborto y la consiguiente modificación de puntos del Código Penal, el texto también reclamaba por implantación de políticas activas de educación, salud sexual y reproductiva.
Pese a su estancamiento, muchos de los legisladores valoraron que nunca la iniciativa había llegado tan lejos -el proyecto de aprobar el aborto había sido presentado sin éxito antes hasta seis veces, sin ni siquiera haberse discutido-.
El 28 de mayo pasado, la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito volvió a presentar la iniciativa en el Congreso, que ahora deberá comenzar de nuevo el proceso parlamentario.
