EL NUEVO DIARIO, ESTADOS UNIDOS.- Los trabajadores de la salud en Estados Unidos encabezan la lista de personas que serán vacunadas en primera línea contra el COVID-19, sin embargo, gran cantidad de estos colaboradores se rehúsa a vacunarse.
A principios de esta semana, el gobernador de Ohio, Mike DeWine, informó que aproximadamente el 60% de los trabajadores en hogares de ancianos han optado por no vacunarse.
La mayoría de los consultados han expresado que se niegan a recibir la vacuna contra el coronavirus por desconfianza a la eficacia del fármaco. Los casos, según las autoridades, se han presentado en Los Ángeles, New York, Caifornia y Texas.
En el estado de Lone Star, un médico del Houston Memorial Medical Center le dijo a NPR a principios de este mes que la mitad de las enfermeras en las instalaciones no recibirían la vacuna, citando razones políticas.
La excusa compartida por las enfermeras de Texas se repitió en una encuesta reciente de la Kaiser Family Foundation que encontró que el 29 por ciento de los trabajadores de la salud “dudaban en vacunar”, informó el Times.
