EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- El dirigente político Guido Gómez Mazara advirtió este martes que desde el poder se confunde “decencia en el reclamo con cobardía” y que en la etapa previa a las suspendidas elecciones del domingo un sector policial y militar anduvo actuando con un marcado “interés político” porque “se siente protegido por el oficialismo”.
En ese sentido, Gómez Mazara advirtió al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) que los niveles de tolerancia exhibidos por la población ante la suspensión de las elecciones municipales, no pueden ser confundidos como incapacidad de reacción.
Mediante un comunicado, el dirigente político pidió a la sociedad dar claras manifestaciones de madurez y responsabilidad para enviarle un mensaje a las autoridades del PLD, a las que acusa de armar desde el poder un entramado mañoso con el interés de transferir al litoral opositor las responsabilidades de sabotear las elecciones.
Señaló que toda la estructura mediática al servicio del Gobierno está enfocada en la transmisión de un mensaje que ofende la inteligencia de los dominicanos, con el fin de desvirtuar el fracaso del órgano electoral en la organización de los comicios.
El también abogado añadió que con esa estrategia el PLD intenta posponer una investigación seria, rigurosa y objetiva que apunta al litoral oficialista, el cual dice está “profundamente acorralado porque perdió en las calles las simpatías y necesita un aliento aventurero para continuar su plan de perturbar y generar confusión tanto en el país como en la comunidad internacional”.
Señaló que el oficialismo posee una interpretación errónea del espectro opositor porque le atribuye una enorme raíz conservadora que impediría actitudes acorde con los intentos de ganar con decencia, pero enérgicamente el ritmo democrático de una nación pieza de escándalo en el exterior.
Gómez Mazara dijo que el triste espectáculo de obstruir la realización de las elecciones municipales, colocó en una “extraña coincidencia” a personas de pensamiento ideológico distante como el diplomático estadounidense Roger Noriega y el dirigente chavista Diosdado Cabello, que coincidieron en el sentido de establecer que “esas perturbaciones del proceso electoral” se hacen con el consentimiento del poder.
Finalmente, cuestionó la irresponsabilidad del aparato oficial en “reducir un atentado” al sistema democrático del país a acusaciones sin ningún tipo de seriedad “encaminadas a encontrar un culpable”.
