EL NUEVO DIARIO, Memphis (EE.UU.), 28 nov.- El gerente general de los Grizzlies de Memphis, Chris Wallace, defendió este martes la decisión que tomó este lunes de despedir al entrenador David Fizdale después de que el equipo sufriera la octava derrota consecutiva, y rechazó que haber sentado en el banquillo al pívot español Marc Gasol fuese la razón.
Wallace defendió a Gasol, su jugador franquicia, de las acusaciones de que sea un «mataentrenadores», como ha comenzado a ser visto y criticado dentro del mundo de la NBA.
«La realidad es que el equipo no mostraba indicaciones de que se fuese a dar un cambio mágico a corto plazo y teníamos que hacer algo a pesar de haber tenido un buen comienzo de temporada», explicó Wallace. «Hubo aspectos más importantes en la decisión que la relación entre Fizdale y Gasol», agregó.
Sin embargo, el momento elegido para el despido, horas después de que Gasol criticara con dureza la decisión de Fizdale de tenerlo 15 minutos en el banquillo en el partido que al final perdieron los Grizzlies por 88-98 ante los Nets de Brooklyn, no ha ayudado a que el mismo no tenga algo de relación.
Los Grizzlies despidieron inesperadamente Fizdale, el mismo entrenador que en mayo del 2016 habían contratado con gran promoción después de haber sido asistente de los Heat de Miami, y que en su primera temporada los llevó a los playoffs con marca ganadora de 43-39 en la poderosa Conferencia Oeste.
Pero con apenas 19 partidos y tras haber tenido un excelente comienzo de temporada (5-1), incluidas dos victorias contra los Rockets de Houston y otra ante los Warriors de Golden State, mejores equipos de la Conferencia Oeste, Fizdale perdió la confianza de los directivos de los Grizzlies (7-12).
Wallace recordó que el equipo desde el pasado marzo tiene marca perdedora de 14-26.
A pesar de tener a Gasol como el líder de anotaciones, asistencias y rebotes, las lesiones de jugadores como el base Mike Conley, el escolta Ben McLemore y el ala-pívot JaMychal Green, que han vuelto al equipo recientemente, han afectado el rendimiento del grupo.
Wallace, tras admitir que el equipo ha rendido por debajo de las expectativas que tenían en la pretemporada, confía en que al final puedan luchar de nuevo por estar por octavo año consecutivo en los playoffs, tras el cambio técnico que han hecho.
El responsable de esa misión será el entrenador asistente J.B. Bickerstaff, el hombre de confianza de Fizdale, y amigo personal desde que tenía 17 años, que ha ocupado su puesto de manera interina por el resto de la temporada.
Bickerstaff ya vivió la misma experiencia en Houston cuando al comienzo de la temporada regular 2015-16 los Rockets despidieron al entrenador Kevin McHale, que el pasado mes acusó directamente al escolta estrella James Harden como el responsable de su despido.
El nuevo entrenador de los Grizzlies acabó su andadura con los Rockets, con marca ganadora de 37-34, pero que no les alcanzó para estar en los playoffs y luego fue despedido para contratar al actual entrenador, Mike D’Antoni.
Sin embargo, el ascenso que recibe ahora Bickerstaff es más complicado desde el punto de vista personal ya que Fizdale asistió a su boda y fue el que confió en él para que tras la salida de Houston llegase a la franquicia de Memphis.
«No han sido los mejores momentos a nivel personal, pero como profesional tengo un trabajo que realizar, superar las emociones y presentar un plan de trabajo que nos permita enderezar el barco», declaró Bickerstaff.
