Santo Domingo 23 / 31 Soleado
ENVÍA TUS DENUNCIAS 829-917-7231 / 809-866-3480
23 de abril 2024
logo
OpiniónJesús M. GuerreroJesús M. Guerrero

Génesis de un candidato ganador

COMPARTIR:

Los candidatos son productos que son comercializados durante las campañas electorales, serán consumidos o desechados el día de las elecciones. En una de mis entregas anteriores, titulada: “Requisitos para una campaña electoral exitosa”, uno de los mandamientos que consignó Joe Napolitan fue el de apuntar, es decir, identificar ese sector social que conforma el electorado con el cual puede lograr empatía; el que se identificará con su discurso.

Podemos retrotraernos al 1963, las primeras elecciones democráticas celebras después de decapitado el régimen, el Prof. Juan Bosch con su discurso centrado en los tutumpotes y los hijos de machepa, le arrebato la presidencia de las manos a Virato Fiallo con su mano dura contra los trujillistas. Bosch logró la empatía con los sectores de peor suerte.

Un candidato ganador debe impactar inmediatamente salga al terreno, porque las victorias no se mendigan, se arrebatan, parafraseando la frase lapidaria del prócer cubano, José Martí. Tal cual, relata el reputado periodista José Báez Guerrero en la biografía que hiciese de Don Antonio Guzmán, “Guzmán: Su vida, gobierno y suicidio”; desde el golpe de estado del 1963, la conducta de Don Antonio Guzmán fue manejarse con valor y carácter, para en el 1978 obtener lo que no pudo en el 1974 producto de la represión política.

Se pueden citar los casos de Jorge Blanco con su gallardía acompañado de la consigna: “Quien te salva, Salvador” y la avanzada electoral encabezada por Hatuey De Camps, hay que sacar a relucir al  Dr. Balaguer que con sus luces y sombras como candidato presidencial no le temblaba el pulso para usar sus ventajas, su olfato político y su liderazgo del sector conservador.

Podemos ver el carisma y carácter del expresidente Hipólito Mejía y su capacidad de conectar con los electores sin importar a los extractos sociales que pertenezcan. Como también se debe mencionar al Dr. Leonel Fernández con su capacidad para conceptualizar y dominar las masas al momento de dirigirse a ellas, solo hay que recordar las elecciones del 2004 y el 2008 con sus slogans.

El caso más reciente, aunque no fuese en el terreno presidencial es el del actual Alcalde del Distrito Nacional, con todos los factores en contra consiguió combinar todos los componentes de una campaña exitosa porque es un candidato ganador, no comete errores, no sale a competir, sino a ganar. Un discurso de propuestas y dirigido a la clase media capitalina que desde las elecciones del 2016 tiene un matrimonio sin divorcio con el emprendedor.

Un candidato que aspire a ser el primer ciudadano de la nación, que no pueda converger todos los factores comunicacionales, de imagen, perfil y carisma, es un proyecto presidencial que tiene peligrosos talones de Aquiles. Continuar con los mismo métodos que no le han asegurado triunfo en el electorado, es como un médico que aplique el mismo medicamento a los pacientes que padezcan las misma enfermedad, sin éxito alguno.

Una candidatura presidencial que exhiba un político, que no tiene afinidad con ningún extracto social, es una aspiración condenada al fracaso, es una señal de que el discurso y propuestas no han calado en ningún sector fuerte. La pasividad en política es sinónimo de prudencia, pero como dijo Facundo Cabral, cito: “El que no está dispuesto a perderlo todo, no está preparado para ganar nada.” La indecisión es la antesala al fracaso en el proselitismo.

Un político con posibilidades reales debe generar pasiones, ya sean a favor o en contra. Debe exhibir un corazón caliente acompañado de una cabeza fría, debe poder enardecer a sus seguidores y granjear lealtades, pero si no tiene las facultades anteriormente mencionadas debe ser sagaz; como describiera Maquiavelo en su obra El príncipe, debe ser león y zorro, mas zorro que león.

Quien aspire a ser legitimado en las urnas, debe generar pasiones, debe poder hacer empatía con sus electores, sin esto simplemente es un esfuerzo infructuoso.

Concluyo con la frase de Max Weber, cito: “El político debe tener: amor apasionado por su causa; ética de su responsabilidad; mesura en sus actuaciones.”

Comenta

[wordads]