EL NUEVO DIARIO, NUAKCHOT.- El contingente mauritano integrado en las fuerzas de la ONU presentes en República Centroafricana mató a 33 rebeldes anti-Balaka en el enfrentamiento ocurrido ayer en el país africano, en el que murió un ‘casco azul’ y resultaron heridos 11 más, informó hoy el ejército de Mauritania en un comunicado.
Las fuerzas armadas mauritanas ya habían confirmado ayer que el ‘casco azul’ fallecido pertenecía a sus filas y hoy añadieron que los once heridos también son de Mauritania.
Precisaron, asimismo, que sus tropas ocupaban una «posición temporal» en la base de la misión de la ONU en República Centroafricana (Minusca) en la localidad de Tagbara, que fue atacada por milicias anti-Balaka a primera hora del martes, dando lugar a un intercambio de fuego que se prolongó durante horas.
El motivo del asalto fue que la unidad mauritana había ofrecido cobijo a refugiados civiles que huían de la persecución de los anti-Balaka, según el ejército mauritano.
Mauritania tiene más de 700 soldados en las tropas de paz en la República Centroafricana como fuerza de interposición entre las distintas etnias enfrentadas en ese país.
Además, tiene previsto desplegar otro contingente a la futura fuerza del ‘G5 del Sahel’, que agrupa a los países del sur del Sáhara (Mauritania, Mali, Burkina, Níger y Chad) unidos en una alianza antiterrorista.
La República Centroafricana vive un complicado proceso de transición desde que en 2013 los exrebeldes Séléka derrocaran al presidente François Bozizé, desatando una ola de violencia sectaria entre musulmanes y cristianos que causó miles de muertos y ha obligado a cerca de un millón de personas a abandonar sus hogares.
La elección de Faustin Archange Touadéra como nuevo presidente en febrero de 2016 debía abrir una nueva etapa para la República Centroafricana, que sin embargo todavía tiene muchos problemas para controlar a los grupos rebeldes en zonas alejadas de la capital.
