EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO. – El coordinador político de la Fuerza del Pueblo, Radhamés Jiménez, dijo este lunes que esa organización política «reitera su absoluto y rotundo rechazo a la propuesta de reforma constitucional que promueve el Poder Ejecutivo y no participará en ninguna convocatoria del CES o cualquier otro ente público para debatir la referida propuesta de reforma constitucional».
Indicó, que espera más bien que esa propuesta sea retirada de la mesa del diálogo «para mantener el adecuado clima de armonía y consenso que se procura y todos (as) esperamos».
En una carta dirigida al presidente del Consejo Económico y Social (CES), Rafael Toribio, el representante de la Fuerza del Pueblo ante el CES, argumentó las razones por las cuales la organización que lidera el expresidente Leonel Fernández, no apoyará en estos momentos una propuesta de modificación a la Constitución.
Manifestó sin embargo, que la FP reitera su voluntad y disposición de seguir asistiendo a los trabajos y deliberaciones del CES en torno a las demás iniciativas que han sido presentadas en las diferentes mesas, incluyendo la de Transparencia e Institucionalidad.
Sostuvo que la pieza en discusión es una propuesta de reforma constitucional inoportuna e inviable desde el ámbito político y social.
“Nuestro país apenas empieza a recuperarse de las ominosas secuelas de la crisis sanitaria generada por la pandemia del Covid-19 y padece los efectos de una espiral inflacionaria con elementos de política económica interna, que ha elevado extraordinariamente los precios de los productos básicos de la canasta familiar”, dice el documento dirigido al CES.
Continua expresando que ese “cuadro desalentador incluye históricos niveles de desempleo, la imparable escalada en los precios de los combustibles, el incremento de las tasas de interés bancario que dificulta el acceso al crédito, la pírrica inversión en obras de infraestructura y la proliferación de la actividad delictiva e inseguridad ciudadana”.
La FP considera que la atención, dedicación y mitigación de manera eficaz de esos problemas y otros más de no menor importancia, “deberían constituir en estos momentos el foco de atención y esfuerzo primordial del Gobierno, en vez de invertir energías y esfuerzos inútiles en el despropósito de alentar una traumática e inviable reforma constitucional”.
Adujo que no es un secreto que en el entorno internacional reina la incertidumbre, como consecuencia del conflicto bélico en Europa del Este, cuyos efectos resultan imprevisibles.
El miembro de la Dirección Política de la FP destaca en la misiva que cualquier iniciativa tendente a modificar el texto de la Constitución, para que alcance una perdurable legitimidad que permita perfeccionar y consolidar el estado social y democrático de derecho en el país, debe contar con un nivel adecuado y oportuno de consenso político, jurídico y social.
“Es evidente que dicho consenso no existe en el caso de la iniciativa gubernamental que nos ocupa”, dijo.
Jiménez argumentó que es una propuesta de reforma constitucional innecesaria en el ámbito institucional, en virtud de que gran parte de sus objetivos podrían perfectamente lograrse mediante ajustes en nuestro ordenamiento jurídico orgánico u ordinario, a través de modificaciones a leyes vigentes o la elaboración de decenas de instrumentos normativos que están pendientes de aprobarse o modificarse y que ha sido dispuesto por la Constitución proclamada el 26 de enero del 2010.
Indica que más aun el propio Gobierno, al unísono de la reforma constitucional, presenta una serie de proyectos de modificaciones a leyes orgánicas «que en gran medida procuran los mismos objetivos institucionales que dicha reforma, lo cual prueba de manera irrefutable, lo innecesario de la misma».
De igual modo se percibe en los textos propuestos, diversas modificaciones que a juicio de la FP lejos de hacer más eficiente el diseño institucional vigente, lo desmejoran y atrasan “generando confusiones y problemas institucionales que no tenemos en la actualidad y que fueron finalmente superados”.
En el documento el dirigente de la FP señala varias observaciones y sus carencias más evidentes, sin embargo, reconoce que esa organización política no concibe a la Constitución como una obra perfecta e inmutable.
Empero, sostiene que cualquier iniciativa tendente a reformarla debe mejorar el funcionamiento de los órganos creados por ella, para asegurar la efectiva vigencia de un sistema de controles y contrapesos que distribuya eficazmente el poder, garantizando la progresiva consolidación de nuestra democracia.
