– ¿Qué opinas de ésto, Aribaldes?, pregunta Demófeles con cierto dejo irónico.
– Umm… pensaba en enunciados sobre Física. ¿Sabías que si no hubiera movimiento en términos absolutos no existiría el tiempo? ¿O que el magnetismo a nivel atómico hace posible los tres estados físicos elementales de la materia conocida? ¿Que sin esa atracción entre los átomos y entre sus partículas subatómicas podríamos cruzar paredes, por ejemplo…?
– No tengo planes ahora de cruzar ese umbral, murmura Demófeles.
– ¿Me decías…?
– ¿Que qué opinas de tanta seriedad celebrada por nuestros ‘líderes’ políticos?
– Pues te respondo. Así como estas lucubraciones sobre nociones de la Física pueden obnubilar el pensamiento equilibrado del hombre común, de la misma manera los succionadores de recursos públicos, ya sean los politiqueros o sus asociados del sector privado o académico, se aprovechan sutilmente de activos del erario.
– ¿Sutilmente?, cuestiona Demófeles.
– ‘Sutilmente’ porque maquillan las formas. Te explico. Lo que más cuesta al ciudadano es adquirir vivienda y vehículo, viajar al exterior, estudios de postgrado, etc… Estos personajes cabildean esos privilegios desde sus posiciones en el Estado, todo adornado como bonificaciones o encargos legítimos.
– Supongo que también muchos asuntos llamados ‘contratas’.
– Así es. Entre muchas fórmulas de beneficios encubiertos cuyos enredos no conocemos. Todo se reduce a mecanismos y andamiajes de apariencia legal que les permite sustraer y hacernos creer que su honestidad, rectitud y transparencia son incuestionables.
– Sencillamente es robo disfrazado.
– Ya ves qué tan sublime se presenta muchas veces la vileza, sentencia un indignado Aribaldes.
– Mejor sigamos cavilando… ¿Qué piensas de la Química y su relación con la Física…?
Por: Agustín Perozo Barinas