EL NUEVO DIARIO, ASUNCION.- Una comitiva compuesta por fiscales, expertos del laboratorio forense de la Fiscalía y peritos arquitectos finalizó hoy la evaluación de los daños en el edificio del Congreso, en el centro de Asunción, incendiado parcialmente el pasado viernes durante protestas contra la reelección presidencial.
La comitiva realizó el levantamiento de las últimas evidencias en el edificio, que permanecía lacrado desde la madrugada del sábado, y a continuación cedió su custodia al personal encargado de la limpieza y reparación de las instalaciones.
El fiscal Eugenio Ocampos, uno de los encargados de la causa, explicó a Efe que el incendio dejó afectadas las instalaciones de la Cámara de Senadores, en concreto el subsuelo y el primer y segundo piso, que presentan fisuras en sus muros.
Las fisuras podrían comprometer la estructura, por lo que los peritos dieron instrucciones al personal encargado de la reconstrucción para prevenir posibles derrumbes, dijo Ocampos.
Además de los daños materiales en el edificio, los fiscales comprobaron que los manifestantes que irrumpieron en el Congreso sustrajeron numerosos documentos, equipos informáticos o televisores de plasma, y protagonizaron hechos vandálicos, como la destrucción de mobiliario y otros elementos de la Cámara Alta.
"Estamos evaluando todas las pruebas de las cámaras de circuito cerrado del Congreso, las cámaras exteriores o las filmaciones de la prensa, así como los testimonios, para identificar a los autores de diversos hechos punibles", indicó Ocampos.
Entre estos hechos punibles, se encuentran los de perturbación a la paz pública, sustracción de documentos, daños al interés común o hurto, entre otros.
Ocampos precisó que los manifestantes pudieron haber llevado documentos de la mesa de entrada de la Cámara, que pertenecen tanto a legisladores como a personas ajenas a la institución, y en los próximos días el personal del Senado comprobará cuáles son los documentos que faltan.
Decenas de manifestantes ingresaron de forma violenta al Congreso paraguayo el pasado viernes e incendiaron parte de sus instalaciones, durante una protesta originada después de que 25 senadores aprobaran una enmienda constitucional para habilitar la reelección presidencial.
Las protestas, que derivaron en violentos disturbios que se trasladaron a las calles del centro de Asunción, se saldaron con más de 200 detenidos, decenas de manifestantes heridos tras la intervención policial.
Posteriormente, un dirigente opositor de 25 años murió supuestamente abatido por la policía, que entró por la fuerza a la sede del Partido Liberal, en el que militaba la víctima.
Tanto el actual mandatario, Horacio Cartes, como el expresidente Fernando Lugo (2008-2012) persiguen ser candidatos en las elecciones de 2018, aunque la Constitución paraguaya prevé mandatos únicos de cinco años y prohíbe la reelección.
