EL NUEVO DIARIO, ARGENTINA.- Una fiscal argentina solicitó no expulsar del país a Fructuoso Álvarez González, español condenado por la conocida como masacre de Flores, el asesinato de cuatro personas de la misma familia y un menor en 1994 en Buenos Aires, confirmaron hoy a Efe fuentes jurídicas.
La fiscal Guillermina García Padín de la Unidad Fiscal de Ejecución Penal (UFEP) solicitó no concederle a Álvarez la solicitud de "extrañamiento", medida que permite a los extranjeros que cumplan la mitad de su condena en Argentina ser expulsados del país con la prohibición permanente de regresar.
García Padín consideró que "la solicitud de extrañamiento sujeta a examen no estaba dotada de la voluntad de ser expulsado a su país de origen para volver a insertarse allí y de cumplir con la prohibición de regreso permanente que se impondría", indica el dictamen.
A juicio de García Padín, el reo "pretendía la aplicación de un mecanismo previsto en la ley migratoria a fin de acceder de manera anticipada a una libertad definitiva", prosigue el escrito.
Para Matías Bagnato, el único superviviente de la masacre, la fiscal denegó la petición del detenido por considerar que "ya quedó demostrado" que la "intención" de Álvarez no era quedarse en España, sino utilizar su nacionalidad para obtener un beneficio penitenciario.
"Es español y al año de nacer toda la familia se vino a Argentina, ahora no tiene ningún vínculo con España", agregó quien vio morir a sus padres, sus dos hermanos y a un niño amigo de estos en el incendio intencionado de su antigua casa.
El preso cumplió parte de su condena en Argentina hasta que en 2004 fue extraditado a España, donde continuó en prisión hasta que en 2008 la Justicia española le otorgó la libertad definitiva como consecuencia de la conversión de la pena perpetua, inexistente en España, por la sanción de 20 años de prisión.
En 2011 las fuerzas de seguridad argentinas lo volvieron a detener en Buenos Aires porque estaba en libertad por un presunto error de la justicia de España, donde cumplía la pena.
Según relató Bagnato a Efe, durante un año vivió un verdadero "calvario" cuando recibía llamadas a la hora a la que se produjo el incendio en 1994.
"Desde que lo volvieron a detener pide todos los beneficios judiciales, pidió acceder a salidas transitorias y se le denegó porque no muestra arrepentimiento, tiene personalidad psicópata, es manipulador, no tiene una contención familiar en Argentina…", agregó.
Asimismo, Bagnato denunció que en Argentina la víctima, en este caso él, "es excluida" de la instancia de ejecución penal y el juez no tiene el deber de notificarle y tampoco tiene derecho a recusar.
Por ello, el superviviente de la masacre de Flores ya se reunió con la fiscal y el juez encargados de la causa para solicitarles que valoren los antecedentes del caso y recuerden que el reo "ya manifestó que su intención no es volver a España", insistió.
Después de 23 años, Bagnato aseveró que espera que el juez niegue la expulsión del preso porque, según sostuvo, ya se demostró que las amenazas del autor de la masacre son "verídicas".
