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23 de abril 2024
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FAO y ministerios inician proyecto para reducir desperdicio de agua en la agricultura

FAO y ministerios inician proyecto para reducir desperdicio de agua en la agricultura
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EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO. – La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y los ministerios de Medio Ambiente, Agricultura y Economía, Planificación y Desarrollo, firmaron un proyecto para incrementar la eficiencia en el uso del agua en la agricultura de la región Suroeste y así evitar desperdicios de este recurso clave para la seguridad alimentaria del país.

Según datos del Plan Hidrológico Nacional publicado en 2012 por el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI), en esta zona el uso o demanda de agua para este 2020 se ubica en 4,409.91 millones de metros cúbicos anuales mientras que la disponibilidad es de 5,392.51 millones de metros cúbicos lo que se traduce en una presión hídrica calificada como fuerte porque ronda un 81.78 %.

Un comunicado indica que las proyecciones al 2025 del mismo estudio indican que ese porcentaje crecerá hasta un 83% para el aumento de la demanda en más de 66 millones de metros cúbicos.

La mayoría de esta demanda la produce el sector agrícola que emplea el 82% de la oferta de agua dulce en el país.

“El Gobierno está muy consciente de esta y otras contundentes evidencias, que obligan a reconocer el valor de los ecosistemas y sus recursos, en particular el valor del recurso “suelo”, y que nos indican que evitar su erosión y degradación en todo el territorio nacional es la única manera de garantizar la seguridad alimentaria y la calidad del agua en el país”, destacó Jorge Mera en su intervención.

El proyecto de asistencia técnica fue suscrito por Miguel Ceara Hatton, Ministro de Economía; Orlando Jorge Mera, Ministro de Medio Ambiente; Limber Cruz, Ministro de Agricultura, y Rodrigo Castañeda, Representante de la FAO en la República Dominicana, durante la celebración del Día Mundial del Suelo.

El Plan Hidrológico Nacional señala además que las cuencas hidrográficas de República Dominicana están sometidas a una fuerte presión hídrica que promedia el 45% en todo el país, evidenciando estar en presencia de una creciente escasez de agua, a lo que se añaden problemáticas de degradación de la tierra, agravadas por la variabilidad y cambios en el clima, así como por dificultades asociadas con la gobernanza del agua.

El proyecto de gobernanza se ejecutará con un presupuesto total de USD$300,000 (RD$17, 400,000) por un período de duración de 2 años, cuya implementación estará a cargo de la FAO y contará con un Comité Técnico cogestionado entre los tres ministerios involucrados.

La iniciativa contempla además la conformación del Consejo de la Cuenca del río Yaque del Sur y el fortalecimiento de al menos 3 juntas de regantes del distrito de riego del Valle de San Juan.

Resumen diario de noticias

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Conmemoran Día Mundial del Suelo

El acuerdo fue suscrito como parte de las actividades realizadas por el Ministerio de Medio Ambiente y la FAO por la conmemoración del Día Mundial del Suelo. La actividad central para la conmemoración se realizó con un evento virtual alrededor del lema de este año, denominado «Mantener el suelo vivo, proteger la biodiversidad del suelo», como un llamado a tomar acciones sobre uno de los recursos de la naturaleza que es vital para la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental.

Durante el evento, fue dictada la conferencia “Proteger la biodiversidad del suelo: clave para la seguridad alimentaria y alimentación sana”, a cargo de Rosa Cuevas Corona, especialista de la Alianza Mundial por el Suelo de la FAO.

El Día Mundial del Suelo se celebra anualmente cada 5 de diciembre como un medio para centrar la atención en la importancia de un suelo sano y abogar por la gestión sostenible de los recursos del suelo.

A continuación discurso del ministro Jorge Orlando Mera: 

Saludamos a todos los participantes en este auditorio virtual y a los invitados nacionales e internacionales que nos acompañan de manera presencial, en nombre de los ministerios de Economía, Planificación y Desarrollo, de Medio Ambiente y Recursos Naturales, y de Agricultura, y también de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) y las instituciones miembros del Grupo técnico Interinstitucional (GTI).

El Día Mundial del Suelo se celebra el 5 de diciembre de cada año, para centrar la atención en la importancia de un suelo sano y abogar por la gestión sostenible de tan importante recurso. Este año 2020, la Asamblea General de las Naciones Unidas eligió como lema de la celebración “Mantengamos vivo el suelo, protejamos la biodiversidad de suelos”.

Este evento se celebra en un momento en el que crecen los retos para lograr el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible a 2030. Por ejemplo, según proyecciones del Plan Hidrológico Nacional, como veremos en detalle más adelante, “la región hidrográfica Yaque del Sur muestra un progresivo aumento de escasez o presión hídrica, pasando de 80.56% en 2015, a 81.78% en 2020. La proyección a 2025 se estima será de un 83%.

El Gobierno está muy consciente de esta y otras contundentes evidencias, que obligan a reconocer el valor de los ecosistemas y sus recursos, en particular el valor del recurso “suelo”, y que nos indican que evitar su erosión y degradación en todo el territorio nacional es la única manera de garantizar la seguridad alimentaria y la calidad del agua en el país.

Esta conmemoración anual constituye también un llamado a la ciudadanía para que valore este recurso, y con este evento hacemos un reclamo a todos los sectores de la economía para que al momento de planificar y proyectar sus inversiones tomen en cuenta la fragilidad ambiental de los suelos, no importa en qué lugar del territorio nacional se haga esta inversión.

“El suelo” es un recurso clave para la estabilidad de los ecosistemas, y sin embargo, el desarrollo trae consigo un daño a veces irreparable, debido entre otros factores a los efectos del crecimiento poblacional y sus fuertes presiones sobre el uso de la tierra, a la demanda de terrenos para expansión urbana, a los procesos migratorios del campo a la ciudad y al avance de la frontera agrícola y pecuaria.

Actividades como estas no vamos a realizarlas solo en una fecha específica, sino que serán incluidas en los planes de educación y comunicación ambiental, durante todo el año.

¿Por qué?, pues porque van dirigidas a múltiples objetivos. Por ejemplo, a concientizar sobre el importante rol de la biodiversidad en el suelo y resaltar el rol del recurso como elemento clave para la sostenibilidad ambiental, la calidad del agua, la seguridad alimentaria, la reducción de vulnerabilidad y de riesgos agroclimáticos en la República Dominicana.

También, ayudan a fomentar la investigación e identificar necesidades de datos y procesos actualizados sobre los suelos, su erosión y degradación, para sensibilizar a los tomadores de decisión sobre la necesidad de invertir en medidas de prevención, mitigación y recuperación que permitan usarlos de manera sostenible. Esta es la garantía de crecimiento y desarrollo económico y social de las comunidades y la población en general.

A esto agreguemos el objetivo de identificar y aportar información que sirva al sector agropecuario, a fin de asegurar mejorías en la producción y en la productividad.

Pero alcanzar estas metas requiere de importantes esfuerzos de cooperación interinstitucional e internacional, y crear las condiciones para que los ministerios que están representados hoy aquí, junto a la FAO, lleguen a acuerdos de trabajo conjunto como es el que nos proponemos firmar el día de hoy para el proyecto: “Fortalecimiento de la gobernanza y de la gestión integrada de recursos hídricos para incrementar la eficiencia en el uso del agua en la agricultura”.

Este proyecto tiene gran importancia porque está alineado con dos prioridades básicas: la promoción del desarrollo incluyente y sostenible en los territorios rurales y la gestión integral de los recursos naturales y riesgos en promoción de un sector agropecuario sostenible y resiliente.

Su ejecución es vital para que, entre otros objetivos, el país fortalezca los mecanismos interinstitucionales para la gestión integral de los recursos suelo y agua en el sector agropecuario, reduciendo su vulnerabilidad ante el cambio climático.

Además, hacia el logro de estos objetivos debemos contar con instrumentos que permitan aplicar políticas ambientales, económicas y sociales, alineadas con la Estrategia Nacional de Desarrollo y con otras leyes Marco.

Me permito presentar ante ustedes dos nuevos instrumentos esenciales que el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales ha puesto en ejecución, se trata de la Resolución 0022-2020 que aprueba el “Procedimiento para la conformación de Comités de Microcuencas, Autoridad de Subcuenca y Consejo de Cuenca en la República Dominicana; y la Resolución 0029-2020 que adopta el “Plan de Acción Nacional de Lucha contra la Desertificación y Sequía”, actualizado para el período 2018-2030.

Las herramientas indicadas crean un marco que fomenta y crea oportunidades para establecer alianzas estratégicas y responder así al ODS No. 17, “para lograr la mejor valoración de los suelos”, que son la base para producir alimentos y asegurar el abastecimiento de mercados locales, del sector turismo y para la exportación.

Lograrlo supone un gran reto, que sin duda requiere identificar e implementar nuevas tecnologías, incluyendo opciones sostenibles de insumos para la producción agrícola, ganadera y de otros sectores, con tal de prevenir y mitigar los impactos ambientales potenciales al suelo, al agua y a la salud humana.

Y aquí vale hacer nuevamente un llamado a la atención sobre la importancia de la biodiversidad del suelo como base para mantener el equilibrio ambiental y la productividad.

Reconocemos que el suelo es un hábitat complejo en crecimiento, que sigue siendo productivo solo si se le cuida y se le nutre. Combatir y abordar la contaminación del suelo es la otra manera de minimizar la pérdida de biodiversidad, los daños a la salud y los riesgos para la seguridad alimentaria y al medio ambiente.

Por lo antes dicho, se hace necesario establecer alianzas público-privadas que permitan implementar estrategias conjuntas en la búsqueda de procesos de producción sostenibles y, al mismo tiempo, satisfacer las demandas de alimentos, agua y servicios de la sociedad en su conjunto.

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