Cada vez es más evidente la presencia de personajes ilícitos interactuando en la vida cotidiana de la economía, la política y la sociedad en general.
Esa realidad está íntimamente ligada a la impunidad con que hemos manejado las inconductas.
La Operación Falcón es una revelación preocupante, porque muestra la realidad del nivel de contaminación que tiene la sociedad dominicana.
Obviamente, es esperanzador que las autoridades hayan emprendido una acción para encarar este problema tan serio.
El país necesita higienizarse éticamente y celebramos estas acciones contra la impunidad.