Hace algún tiempo escribí un artículo donde señalaba que con Euclides Gutiérrez Félix no habían podido ni sus enemigos, ni los envidiosos del éxito ajeno.
Acusado de no pagar la luz, de haberse llevado para su casa la glorieta del Parque Independencia de sangru, y Trujillista entre muchas linduras.
Pero el dirigente político y abogado, brillante historiador y mejor ser humano, seguía en pie dándole cátedras a quienes lo han querido descalificar de como se pasa de figura nacional a serlo internacionalmente y ser el autor de libros de la calidad de Trujillo Monarca del Caribe la obra más vendida de autor dominicano en Amazon y en Europa.
Hablar de un hombre que estuvo en primera fila de los más importantes acontecimientos nacionales como actor de principalia lo aleja años luces de mediocres patrios y extranjeros y lo hace objeto de malquerencias y defecaciones cerebrales de algunos derrotados por su falta de capacidad intelectual y por haber perdido el favor del público que comenzó a ver la realidad de los mal disimulados odios de algunos.
Con Euclides Gutiérrez Félix no han podido porque no ha hecho nada contrario a la ley y las buenas costumbres, y tampoco nada que no hicieran en su momento personajes históricos del pasado y del presente cuya vida privada les fue siempre respetada por una sociedad que no había sido todavía asaltada por la mediocridad disfrazada de opinión pública ni de medios de comunicación.
Por el momento es cuanto, pero es bueno que todos entendamos que debemos seguir apostando al país de valores y respeto, a la sociedad vertical y humana, solidaria y respetuosa que fuimos, sin tapar las verdades, pero sin inventar ni pretender dañar por razones ajenas al quehacer informativo o las naturales diferencias políticas.