Los últimos acontecimientos militares ocurridos en el mundo pueden llevar a mucha gente a pensar que la paz mundial puede estar en peligro y que el inicio de la tercera guerra mundial puede ser inminente.
Todo cambió cuando el gobierno de Estados Unidos lanzó unos 60 misiles convencionales sobre una base militar aérea de Siria, de donde supuestamente habían salido los ataques con armas químicas contra una población controlada por los rebeldes que combaten el régimen de Bashar Al Asad.
Como reacción a esta acción militar del gobierno de Donald Trump, se produjo una declaración conjunta de Rusia, Irán y China donde acusan al gobierno de USA de violar el derecho internacional y poner en peligro la paz mundial.
Unos días más tarde el gobierno de Estados Unidos dejó caer sobre territorio de Afganistán la más grande bomba no nuclear que tiene en su poder, para tratar de destruir una estructura de túneles que actualmente es usada por el Estado Islámico, y que usa para planificar y organizar sus actividades terroristas.
Aunque no ha habido reacción a esta medida militar por parte de ningún país, se ha informado que los muertos superan los 94 y que los daños materiales a la estructura de túneles son cuantiosos. El Estado Islámico no ha emitido ninguna declaración acerca de esta acción militar lo cual llama a sospecha y preocupación.
En estos momentos, y por disposición del Departamento de Defensa de Estados Unidos, el portaaviones Carl Vinson se dirige a las aguas de la Península de Corea para ponerle presión a las amenazas de Corea del Norte de continuar sus pruebas de misiles en alta mar.
Tanto Estados Unidos como Corea se han hecho acusaciones mutuas de poner en peligro la paz mundial, mientras que China dice que el que inicie la guerra posiblemente no será el que la ganará y responsabilizó a ambas naciones de lo que ocurra en la península que aloja a las dos Coreas.
La situación como podemos ver, involucra a Estados Unidos, China, Rusia, Irán, Afganistán, Corea del Norte y Corea del Sur; por lo que una confrontación militar en todos esos territorios tendría categoría de guerra mundial. Un próximo ataque podría ser el detonante de un gran conflicto bélico en el que estarían envueltas inicialmente estas naciones.
Después de una gran crisis económica como la que ha afectado a casi todo el mundo son muchos los que se preguntan si el mundo actual puede sostener y financiar una gran guerra que incrementaría el gasto militar y por tanto el endeudamiento, ya casi insostenible, de la mayoría de las naciones del mundo.
Con excepción de algunas regiones y de algunos países la economía mundial no creció en el 2016 como se esperaba, por lo que se espera que este 2017 sea el año del despegue del crecimiento económico en el mundo; razón por la cual un gran conflicto bélico acabaría con esas expectativas, toda vez que lo único que crecería sería la industria de los armamentos, lo cual no sería suficiente para que la economía mundial logre sus objetivos de crecimiento.
Mientras todo eso ocurre en el mundo, las Naciones Unidas no muestran tener la capacidad para poder arbitrar un conflicto en el que participan tres grandes miembros del Consejo de Seguridad, ya que cada uno de ellos tiene derecho a veto en el mismo.
El caso de Siria no se ha podido discutir en el Consejo de Seguridad porque Rusia ha usado su derecho a veto para proteger a este país que es su aliado; mientras que si Estados Unidos lleva el caso de Corea del Norte a dicho Consejo, será posiblemente China quien podría hacer uso de su derecho a veto a favor de Corea del Norte.
Entonces los países con derecho a veto en el Consejo de Seguridad, que son 5 en total, son los que determinan si la ONU puede hacer algo en relación a los conflictos que se presentan en el mundo; de donde se puede inferir que del fin de la 2da guerra mundial para acá la ONU ha estado estática pero el mundo ha cambiado bastante.
Una organización que como la ONU se creó para salvaguardar la paz mundial está narigoneada por 5 países que son los que deciden dónde hay paz y dónde hay guerra. La ONU requiere de una profunda reforma que la ponga al nivel de las exigencias del nuevo mundo multipolar en que vivimos hoy.
Aunque no creemos que la actual situación de tensión mundial pueda llegar a desencadenar una tercera guerra mundial, que sería de naturaleza nuclear, tampoco estamos de acuerdo con que la ONU no pueda asumir control de esta situación y que sean los 5 países con derecho a veto en el Consejo de Seguridad, los que decidan la suerte del mundo.