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25 de abril 2024
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OpiniónGregory Castellanos RuanoGregory Castellanos Ruano

Está escribiendo…

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Danilo Medina Sánchez está escribiendo y lo hace en presente continuo, es decir, está escribiendo su novela y lo hace en clave de Estado: hace ya mucho tiempo que descubrió que el Estado tiene la capacidad de vencer voluntades y de quebrar personalidades  y consciencias que se creían definidas.   Dice estar inspirado en la inclusión social, pero, en realidad, esa es la tela del encubrimiento de su deseo de permanencia en el poder, de pasar los pliegues de la Historia supuestamente sosteniendo un ideal altruista.   Ese es el relato oficial que bate y esparce diariamente desde el Palacio Nacional la anestesiante maquinaria de propaganda de su régimen.

Los incautos caen en la trampa de creer en el nuevo Dios en tierra dominicana… Todavía hay gentes que equipara al gobernante de turno con Dios en la tierra… Muchas, pero muchísimas gentes en nuestro país han sido proverbialmente inclinadas a semejante tipo de creencia.   Parecería que la ignorancia y la impotencia acumuladas a lo largo de los varios siglos de pobreza y de miseria enraizada a todo lo largo y lo ancho de la geografía nacional aletargan el pensamiento per se anémico de los pobladores de nuestra tierra y lleva a éstos a creer en los cantos de sirena que salen de la boca misma del timonel equivocado de la barca estatal interesado en mantener la imagen de su supuesto mundo perfecto.

A aquella fábula convertida en verdad oficial y consistente en «la inclusión social«, hace ya mucho tiempo que le añadió un nuevo capítulo con la página haitiana, es decir, que pese a la Historia de la construcción del Estado dominicano por dominicanos para salir de la dominación de los haitianos, pretende soldarle otra fábula, pero esta otra es tan, pero tan rocambolesca que él no se da cuenta de que los demás se vienen dando cuenta de que al circo ya le crecieron los enanos, de que ya éstos dejaron de ser enanos, que todo es un engaño suyo.   Ese discursejo de la «inclusión social« en realidad es, pues,  la tela del encubrimiento de su deseo de permanencia en el poder.

Su encumbramiento y los mareos de este son la misma dimensión que ha obsesionado a otros con la continuidad en el Poder.   El problema del actualmente poseído y dominado por esa obsesión es que la obsesión de él se traduce en la continuidad de la destrucción de la Nación dominicana y del Estado dominicano.   Su continuidad en el Poder es un peligro gravísimo  que atenta contra la existencia misma de la Nación dominicana y del Estado dominicano.

Atrás quedaron los febreristas creadores del Estado dominicano y con éllos sus ideales de la Patria: este concepto (ideales de la Patria) aparece tan menoscabado por él que los primeros parecen haber sido invisibilizados, pero por esa simple apariencia él cree que logró efectivamente esa invisibilización.

Esos «héroes muertos« no importan: los que importan ahora son «los héroes vivos haitianos«, ésos que huyendo de la pobreza haitiana vienen a hacer más pobres a los pobres dominicanos reclamando a este territorio como suyo, como que siempre ha sido suyo… Repiten desembozada y ferozmente la proclama de Dessalines de que: «La Isla es única e indivisible.«

Su escrituración es el desmembramiento, el final, el acabose de la Nación dominicana y del Estado dominicano.   Su escrituración es la disolución de la Nación dominicana y del Estado dominicano.

Las implosiones previsibles de la población dominicana producto de las igualmente previsibles colisiones de esa población dominicana con los haitianos-`dominicanos postizos` es obvio que igualmente harán que esa confrontación desemboque en que botas extranjeras hollen nuevamente el territorio patrio esta vez para pretender imponernos de manera permanente la nueva ocupación haitiana con la consiguiente fusión contra la cual advirtió el Padre de la Patria Juan Pablo Duarte.

…Su escrituración convierte a haitianos en falsos dominicanos.   Su escrituración acarrea la haitianización de la República Dominicana.   Su escrituración acarrea la impostura de hacer pasar a haitianos como dominicanos.   Su escrituración versa sobre el no futuro de la Nación dominicana y del Estado dominicano.   Su escrituración es un proyecto en curso de ejecución y consiste en la demolición de la Nación dominicana y del Estado dominicano.

El está escribiendo y, mientras tanto, y como consecuencia de ello, la Nación dominicana y el Estado dominicano están desapareciendo.

Por  Gregory Castellanos Ruano

 

 

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