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19 de abril 2024
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OpiniónEnrique Aquino AcostaEnrique Aquino Acosta

Es urgente controlar y enriquecer el contenido de nuestra música

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Un miembro de la Cámara de Diputado prepara un proyecto  de ley  para controlar el contenido obsceno, pornográfico y vulgar en las letras o palabras de las canciones en la  música popular. De ser aprobada la iniciativa legislativa, los cantantes tendrán la obligación de depurar el lenguaje que utilizan en sus canciones, ante la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía (CNEPR), para poder difundirlas al público.

Algunos legisladores y  comunicadores han objetado la propuesta  legislativa.   Alegan que podría afectar el ejercicio del derecho a  la libre expresión y difusión del pensamiento, debido a la censura y que el problema del lenguaje obsceno en los temas musicales no lo soluciona la  (CNEPR)

A decir verdad, la intención del referido proyecto de ley me parece sana, razón por la cual, no solo los legisladores deben participar en su análisis y  discusión. También deben hacerlo las Sociedades de Padres, las iglesias, educadores, sociólogos, sicólogos, compositores, músicos y  cantantes.

Algo muy importante que tendría la intención de la iniciativa legislativa es que estaría  acorde  con lo que recomienda la Palabra de Dios:

“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino, la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes” (Efesios 4:29) 

Conforme a este texto, la música no debe limitarse a recrear y divertir, sino, que su contenido debe enviar un mensaje que instruya, edifique y eduque a los oyentes, mediante la promoción de valores éticos y morales.

Es cierto que el artículo 49  de nuestra Constitución establece  el derecho a  la libre expresión y difusión del pensamiento. Sin embargo, el Párrafo final señala que dicho derecho no se puede ejercer en perjuicio de la juventud ni de la infancia ni  violando el orden público. El proyecto de ley que comento puede  ayudar a evitar ese peligro.

¿Por qué? Porque prohibirá  y penalizará el uso de lenguaje obsceno y vulgar en los temas musicales que difunde la radio, la televisión y las redes sociales, los cuales escuchan los jóvenes y los niños. Por tanto, la citada iniciativa legislativa requiere que los legisladores apoyen su  presentación, análisis, discusión y aprobación y que el Presidente de la República la promulgue.

Tampoco se debe temer a la censura, debido a que el Diccionario de la Lengua Española explica que “consiste en  examinar una obra destinada al público, suprimiendo o modificando  la parte que no se ajusta a determinados planteamientos políticos, morales o religiosos, para determinar si se puede publicar o exhibir”

En lo que concierne a los compositores y cantantes, conviene que presten atención a esta recomendación bíblica:

“Si alguno habla (escribe o canta), hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén “(1 Pedro 4:11)

Escribir o cantar una canción conforme  a la Palabra de Dios significa hacerlo con sentido ético. O sea, concebirla, escribirla y cantarla de tal forma, que no  perjudique ni dañe a  las otras personas.

En cuanto al trabajo de los DJ, al poner temas de  música popular en formato de  rap,  reggaetón,   salsa, merengue y otros estilos musicales,  deben evitar que contengan palabras obscenas y vulgares, que inciten a los oyentes a  corromperse y a dañarse moralmente. Deben tratar de  divertir sanamente a los oyentes, con temas que promuevan valores éticos y morales, que los motiven “al deber ser” y a mantener las buenas costumbres.

También es necesario aclarar, que ningún género de música es malo en sí mismo. Lo malo puede ser el contenido de las letras de la música. En ese sentido, sería sumamente saludable, que los compositores utilicen letras o palabras que promuevan valores éticos como  la  honradez, la fidelidad, la verdad y la justicia. Se deben promover los valores sociales de la solidaridad, la cooperación, la disciplina, el orden  y  la  tolerancia, para que se practiquen y se implementen en el  hogar, en la escuela, en la iglesia, en los centros de trabajo  y  en la comunidad.

Otro rol que debe desempeñar la música popular es la promoción de la vida sana, al margen  de las bebidas alcohólicas, del consumo de drogas, de los juegos de azar y de la vanidad. Claro  está, esto afectaría los intereses económicos y políticos  que han creado los grupos de poder. Pero, no  importa. Los intereses de la mayoría ciudadana están por encima de todo.

También deben estar dentro del contenido de la música los valores patrios: la libertad, la independencia,  la soberanía y la integridad territorial. Son asuntos de vida o muerte. Ojala nuestros compositores los incluyan en el contenido de sus composiciones  musicales.

En vista de lo expuesto, exhorto a los distinguidos  legisladores a que muestren disposición para recibir, analizar, discutir y  aprobar el proyecto  de ley  objeto del presente comentario. Se su aprobación dependerá la prohibición, control y penalización del uso de lenguaje obsceno y vulgar en las letras de las canciones de la música popular.

Finalmente,  sugiero que se llame a vistas públicas a los compositores, músicos, cantantes y  DJ  y  al liderazgo  político, a las sociedades de padres, a las iglesias, a los educadores, sociólogos, sicólogos y demás  sectores sociales, para que  emitan su valiosa opinión en torno al referido proyecto, ya que es urgente  controlar  y  enriquecer el contenido de nuestra música.

Por: Enrique Aquino Acosta

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