Sólo si queremos podemos dar el salto. Sobre todo, después de la pandemia es claro que no tenemos que esperar un siglo para pasar de una etapa a otra. Los tiempos son mucho más breves. Aunque la velocidad es más rápida.

Pero eso no puede ser un dilema. Es necesario que asimilemos la necesidad de darnos cuenta de que estamos viviendo en un mundo nuevo. Sin los viejos esquemas del pasado, pero con la imperiosa necesidad de mostrar el camino que debemos recorrer para poder avanzar.

Es, si se quiere, el gran dilema del Gobierno para enfrentar las prioridades del país, y poder distinguir entre unas cosas de las otras.

Es importante que no escatimemos esfuerzos en lograr una sensación que nos pertenece a todos.