EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO. -Actualmente, la humanidad supera los 7700 millones de personas, de los cuales se han detectado oficialmente 146, 484 casos de COVID-19, con una cifra de 5 mil muertos y se han recuperado 65 mil personas, pero vivimos en pánico, pensando que nuestras vidas se apagarán con la llegada de la pandemia que está desequilibrando la mente y las vías respiratorias de la humanidad.
No es la primera vez que una enfermedad viral pone de rodillas al mundo, quizás la rapidez de su expansión puso en alerta a los países que componen los 5 continentes.
Un virus que llegó para sacar el verdadero comportamiento de las personas en el siglo XXI: una raza dominada por el miedo, la desesperación, inseguridad, vulnerabilidad física y emocional.
Ahora bien, si hacemos un recuento de las pandemias que han azotado la población mundial en diferentes tiempos, podemos resaltar una epidemia llamada La Influenza, en el año 1918, cuyo virus mató entre 20 y 50 millones, afectando a alrededor de 500 millones de habitantes del planeta tierra.
Científicos de todo el mundo están trabajando día y noche en busca de crear una medicina preventiva y curativa para éste flagelo.
En el caso coronavirus, los investigadores dicen que esto pasó porque los chinos no chancean a ninguna especie del reino animal, destacando que comen perro, murciélagos, serpientes, gatos y hasta un ratón que le pase cerca, le dicen “venga pa’ mi boca”.
Sin embargo, otros presentan teorías que indican que el coronavirus fue creado en laboratorios, en dónde además afirman que inventaron el problema y más adelante presentarán a la venta su solución.
Según el médico epidemiólogo Julián Fernández Niño, de la Universidad del Norte en Colombia, lo resume de una forma sencilla: “una epidemia dura el tiempo que toma que la mayoría de personas susceptibles se infecte”.
En fin, las epidemias tienen un ciclo de vida, un inicio, un pico, desaceleración y resolución, un estimado de esta epidemia es que puede durar entre 14 y 16 semanas, siempre y cuando sean medidas sostenibles hasta que se vea una trasmisión menor del virus.
Sé que un día no muy tarde vamos a decir:
!adiós coronavirus!