EL NUEVO DIARIO, ACAPULCO.- El estadounidense Ernesto Escobedo se abre paso en el mundo del tenis profesional orgulloso de sus raíces mexicanas y, aunque conoce el momento que viven los mexicanos en Estados Unidos, prefiere no tocar el asunto.
A sus 20 años Escobedo está cerca de meterse entre los 100 mejores tenistas del mundo, un sitio al que no es fácil llegar y menos mantenerse, y ese último empujón puede llegarle en el Abierto Mexicano de Tenis en el que avanzó a la segunda ronda en un partido que terminó en las primeras horas del martes.
Lo primero que hizo Escobedo tras el partido fue certificar su relación con México "mis padres son de aquí, de Zacatecas", declaró a Efe orgulloso, quizás más que su triunfo sobre su compatriota Stefan Kozlov en tres sets.
Sus padres Ernesto y Cristina, como millones de mexicanos emigraron a Estados Unidos en la década de los años 80 del siglo pasado en busca de una mejor vida y allá, en Los Ángeles nació Ernesto III el 4 de julio de 1996.
"Fue sorprendente tener el apoyo de mi familia, es una gran experiencia", apuntó Ernesto, quien en octubre pasado ya había protagonizado un logro en México, ganar su primer título, en un torneo categoría Challenger en Monterrey, México.
El avance de Escobedo, profesional desde 2014, ha tenido logros significativos, como el haber jugado cuatro partidos de Grand Slam, dos en el Abierto de Estados Unidos en 2016 y dos en el Abierto de Australia 2016, ambos con dos triunfos y dos derrotas lo que indica que los dos se quedó en segunda ronda.
Sabe que el tema de los mexicanos en Estados Unidos es delicado y quizás por eso actuó políticamente y se reservó su opinión sobre el momento que se vive con Donald Trump. "No quiero hablar acerca de ese tema, lo siento", dijo.
Escobedo tuvo el sueño de llegar a ser mariscal de campo en el fútbol americano de la NFL, "no fue posible", pero se decidió por el tenis y es un gran seguidores del futbolista mexicano Javier "Chicharito" Hernández, jugador del Bayer Leverkusen alemán y del astro del baloncesto Kobe Bryant.
El jugador, quien llegó al cuadro principal de Acapulco por una invitación, es uno de los siete estadounidenses que apareció en el cuadro de 32 lugares y forma parte de la nueva generación de tenistas de su país.
