El presente artículo analiza el liderazgo y las enseñanzas que dejó un prestigioso gobernante, que ascendió al poder a raíz de la muerte de su padre, el rey Abías.
Se trata de Asa, hombre temeroso de Dios, recto en todos sus caminos y que gobernó apegado a los preceptos de Dios, actitud que le ayudó a desarrollar su liderazgo con evidente éxito.
Para tales fines, se seleccionaron como fuentes de información, los capítulos 14 y 15 del Segundo Libro de Crónicas, de los que se citan, de entrada, los versículos 1 y 2 del capítulo 14. Lo restante se refiere más adelante. Cito:
”Cuando Abías murió lo enterraron en la Ciudad de David. Después, su hijo Asa, lo sustituyó en el trono y hubo paz en la tierra durante diez años. Y Asa hizo lo que era agradable y bueno ante los ojos del Señor, su Dios” (2 de Crónicas 14: 1-2)
Liderazgo espiritual de Asa
Estos versículos ofrecen una idea general del origen del liderazgo espiritual, político y militar que ejerció Asa como gobernante del reino de Judá. Además, ayudan a entender su actitud de arrojo, coraje y determinación al declarar guerra contra la práctica religiosa del pecado de idolatría.
Asa inició su mandato tomando medidas, de carácter espiritual, importantes. La primera fue ordenar que derribaran y suprimieran los altares, santuarios y troncos de árboles sagrados que había en las montañas de Judá, donde se celebran cultos a dioses ajenos a Dios (2 Crónicas 14:3,5)
Entre los cultos que celebraban los israelitas se mencionan el de la diosa Asera, llamada “diosa de la fertilidad” y el del dios Sol. Los hacían, debido a la influencia que habían recibido de los pueblos cananeos y fenicios.
En ese mismo tenor, Asa tomó otra medida, sumamente drástica, contra su propia madre Maaca. La sancionó por haber fabricado una imagen para adorar a la diosa Asera, acto que dio lugar a que le quitara la dignidad real que ostentaba y destruyera y quemara la referida imagen (2 de Crónicas 15:16)
Sin embargo, la medida de mayor impacto y trascendencia espiritual fue su llamado a los habitantes del reino de Judá a que buscaran de Dios y obedecieran sus preceptos. Esta importante iniciativa fue acogida a unanimidad y les trajo prosperidad material y paz durante diez años. (2 Cr.14:4,5)
Liderazgo político y militar de Asa
El monarca aprovechó el período de paz que vivía su reino para construir ciudades fortificadas y dispuso que les pusieran murallas, torres, puertas y barras alrededor para protegerlas de los enemigos (2 Cr.14:6-7)
Asa organizó, además, un poderoso ejército, constituido por trescientos mil guerreros de la tribu de Judá y doscientos ochenta mil de la tribu de Benjamín. Estos hombres fueron bien entrenados en manejo de lanzas, arcos y escudos que utilizarían en el campo de batalla para su defensa.
Enfrentamiento con fuerzas enemigas.
Posteriormente a la terminación de esa estratégica tarea, el gobierno del rey Asa sufrió la agresión de un ejército enemigo. Un jefe militar etíope, llamado Zera, invadió su territorio, acompañado de un ejército de con más de un millón de soldados y 300 carros de guerra y penetró por la ciudad de Maresa.
Estrategias aplicadas por Asa.
Tan pronto Asa se percató de la presencia del ejército enemigo, aplicó dos importantes estrategias: la primera consistió en desplegar sus soldados en posición de combate en el valle de Sefata, situado al norte de Maresa. La segunda fue clamar a Dios diciendo:
¡Oh Señor, nadie como tú puede ayudar al débil contra el poderoso! Ayúdanos, oh Dios, porque solo en ti confiamos. En tu nombre hemos salido contra este poderoso ejército. ¡Oh señor, tú eres nuestro Dios! No permitas que simples hombres predominen contra ti”(2 de Crónicas 14:11)
Respuesta de Dios a la oración
Concluida la oración de Asa, su soldados entraron en combate contra las tropas etíopes. Sin embargo, la respuesta de Dios no tardó. Dios infundió ánimo y valor al ejército de Asa para que derrotara a las tropas etíopes, hecho que forzó a los sobrevivientes a huir del valle de Sefata hacia la ciudad de Gerar.
Entonces, el ejército de Asa los persiguió hasta allí y terminó de abatir a millares de etíopes, gracias al poder que le había infundido el Dios Fuerte y Todopoderoso. El Dios que no pierde una batalla: Jehová de los Ejércitos. ¡Gloria a su Nombre!
Botín de guerra.
A raíz de la derrota sufrida por el ejército etíope, el pánico se apoderó de la gente que vivía alrededor de Gerar, circunstancia que aprovechó el ejército de Asa para atacar los campamentos de los pastores de la región y apoderarse de millares de ovejas, cabras y camellos, los cuales llevaron como botín de guerra a su regreso a Jerusalén.
Enseñanzas que ofrece el liderazgo de Asa
- Un gobernante prestigia su liderazgo cuando obedece los preceptos de Dios y actúa con firmeza, rectitud y determinación a la hora de enfrentar los males que afectan a su nación.
- Los Israelitas nombraban, representaban y adoraban los dioses falsos de otras naciones con los mismos mecanismos que utilizan los católicos con los suyos.
- La mayoría de católicos representa al propio Dios, con las estatuas, imágenes y crucifijos que les han fabricado a nuestro Señor Jesucristo, en violación a lo que Dios ordena en Éxodo 20:3-7 y Deuteronomio 5: 7-11
- La actitud que ha asumido el papado históricamente con respecto a la práctica del pecado de idolatría es contraria a la voluntad y propósitos de Dios y se revierte contra la persona o grupo que la mantiene.
- Cuando enfrentamos cualquier enemigo necesitamos clamar a Dios con fe, antes de apoyarnos y confiar en nuestra propia fuerza y talento.
- La Biblia contiene pruebas suficientes de que Dios responde la oración que se hace con fe.
- Muchos de los males que afectan al mundo son consecuencia directa de nuestra indiferencia y desobediencia a la normativa de Dios.
- Por eso, los verdaderos seguidores y discípulos de Jesucristo tenemos como misión predicar, enseñar, denunciar las modalidades e implicaciones espirituales de cualquier práctica pecaminosa, derribar todo argumento y altivez que se levante contra el conocimiento que se debe tener de Dios y someter cualquier pensamiento a la obediencia de Jesucristo (2 Corintios 10:5)
- Necesitamos entender, creer y seguir las instrucciones que ofrece Dios, mediante su Palabra, para que nos enseñe, reprenda, corrija, instruya y capacite, en materia de justicia, para realizar buenas obras(2 Timoteo 3:16-17)
Por: Enrique Aquino Acosta