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19 de abril 2024
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OpiniónEnrique Aquino AcostaEnrique Aquino Acosta

Enfoque legal y espiritual sobre “la política de género”

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En vista de los malos entendidos, desconfianza, alarma  y  miedo que ha provocado en diferentes sectores de la sociedad la Ordenanza 33-2019 sobre el “diseño e implementación de la política de género”, emitida por el Ministerio de Educación, voy a dar  algunas orientaciones al respecto.

En primer lugar y desde el punto de vista constitucional y legal,  la Ordenanza 33-2019 se  apoya en  la Constitución Dominicana del 2010, en la Ley 66-97 sobre educación y  en la Ley 1-12 sobre Estrategia Nacional de Desarrollo. Reivindica el derecho a la igualdad del hombre y la mujer ante la ley.

En  vista de ello, lo primero que debió hacer el  Ministerio de Educación  fue elaborar y presentar a la sociedad el proyecto sobre “diseño e implementación de la política de género”, con lujo de detalles.

La ciudadanía,  a través de sus órganos representativos (familia, iglesias, juntas de vecinos, organizaciones políticas y comunitarias y  otros órganos competentes)  está llamada a opinar sobre la viabilidad o inviabilidad de la política de género que se pretende implementar en el país.

En lugar de rechazar,  de golpe y porrazo, la polémica Ordenanza, lo que se debe hacer es escudriñar, minuciosamente, lo que podría representar la aplicación de esta, en términos educativos, familiares y sociales. ¿Para qué?  Para, si es posible, apoyar lo bueno que contenga y  rechazar lo malo. Así lo propone la Palabra de Dios (1 Tes.5:21)

Los  entendidos en la materia y los sectores que se ponen a la iniciativa educativa, deben estar en disposición de conocer a fondo los  objetivos, contenido, metas y forma de implantación del proyecto sobre política de género.

Es  de vital importancia prestar atención a los nuevos valores que se pretenden inculcar a la niñez y a los jóvenes del sistema de enseñanza pública y privada.

Ahora bien, si  la política de género promueve la igualdad del hombre y la mujer ante la ley, en cuanto al cumplimiento de sus deberes y  ejercicio de  sus derechos, se debe apoyar.

También se debe apoyar, si promueve el respeto de la personalidad y  dignidad del hombre y la mujer y si establece la igualdad de oportunidades en las áreas laboral, política, religiosa, educativa y cultural, en atención a sus talentos y capacidades personales.

En el caso hipotético de que la política de género introduzca nuevos géneros y preferencias sexuales contrarios a la relación que establece Dios entre el hombre y la mujer, tales aberraciones, deben ser rechazadas tajantemente, desde el punto de vista espiritual, de parte de las iglesias.

Asimismo, si  la  política de género, pretende enseñar  a  la niñez y a nuestros jóvenes, que ellos pueden elegir ser mujer, siendo varones o que pueden declararse hombres, siendo hembras, tales enseñanzas, deben  ser rechazadas de inmediato.

También habría que rechazar, que un maestro o una maestra le diga a un niño, niña o a un joven, que puede utilizar el baño o  la vestimenta  que corresponda a su orientación o preferencia sexual, aunque no corresponda a su sexo biológico.

Hay que tener presente, que Dios estableció el matrimonio y la relación sexual entre el hombre y la mujer, exclusivamente. Los dispuso así, para que  experimenten unidad, amor,  placer, engendren hijos y multipliquen su especie. Contra eso no hay argumento válido.

Sin embargo, Satanás promueve, en todo el mundo, todo lo contrario y lo hace en abierta oposición a las directrices de Dios. Por eso, valiéndose de  diferentes medios, promueve las prácticas homosexuales  y  lesbianas. ¡Dios nos libre de que  se quieran legalizar, promover y establecer desde las escuelas públicas y privadas del país!

En vista de ello, es necesario señalar, que Satanás opera a través de diferentes medios. Utiliza  el legislativo, político, administrativo y educativo, entre otros.  En algunos países ha utilizado los órganos legislativos y ha logrado que elaboren  y aprueben leyes sobre el matrimonio gay, lesbiano y el  aborto.

¿ Por qué y para qué lo hace? Lo hace para llevarle la contraria a Dios y  rebelarse contra EL, pues, no le interesa que la especie humana se multiplique. Por el contrario, desea que se extinga. En fin, Satanas utiliza siempre a determinadas personas o grupos para presentar iniciativas y  propuestas contrarias al orden que Dios estableció. Por eso, hay que evitar que destruya los valores morales y  éticos de la sociedad.

Por otra parte, la Ordenanza 33-2019 propone  establecer un sistema educativo “no sexista” entre sus actores  y actoras. Sin embargo, siempre se ha dicho  “los alumnos o  las alumnas”, “el alumno o la alumna”, “los estudiantes o  las estudiantes”, “los varones  o las hembras”, “el maestro o la maestra”, “el profesor o la profesora”, “el director o la directora”. ¿Dónde  está el sexismo o predominio de un sexo sobre  otro? Yo no lo veo.

Finalmente, si el  proyecto  sobre política  de género es de  carácter democrático, inclusivo, participativo, abierto, flexible y conforme al  estado de derecho que rige la nación, el Ministerio de Educación debe permitir que sectores influyentes de la sociedad, como las iglesias y otros órganos sociales, emitan su opinión sobre la viabilidad o inviabilidad de la política de género.

El  derecho que tiene cada segmento de la sociedad a expresar sus creencias y  opiniones y  a  ser  escuchado, se debe respetar. Lo que no se debe es imponer, de un lado o de otro, que todos piensen y actúen conforme a  la visión de un determinado grupo o sector social, pues, resultaría antidemocrático.

 

Por: Enrique Aquino Acosta

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