Entramos en la recta final del año 2018 y la población cada vez más se centra en las actividades de las Navidades y el Año Nuevo. El dinamismo de la economía se siente por el crecimiento del circulante en manos de la gente.
El tránsito en las calles de las ciudades como en las carreteras y autopistas crece y se congestiona, y por tanto los riesgos de accidentes también se elevan.
El deseo es que todos pasen estos días en paz y armonía. Para ello es necesario que cada uno ponga de su parte. Primero, asumiendo que la convivencia siempre será mejor con prudencia y cortesía.
Más de 40 mil personas están en los planes preventivos y debemos honrarlas con nuestro buen comportamiento, por su vocación de servir.