El domingo 14 de Junio del año 1959, con distintivos de la Aviación Militar Dominicana, aterrizó un avión Curtiss C-46 en el aeropuerto de Constanza trayendo consigo 54 hombres al mando del dominicano Enrique Jimenez Moya y el cubano Delio Gómez Ochoa. Éstos constituían la vanguardia de una fuerza guerrillera de 198 hombres. Los demás llegarían por las playas de Maimón y Estero Hondo en la provincia de Puerto Plata a bordo de las lanchas Carmen Elsa y Tinina.
El objetivo de esta expedición militar era derrocar la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo. La intención era reeditar en nuestro país la hazaña del comandante Fidel Castro en cuba, quien desembarcó desde el yate Gramma en el año 1953 con apenas 82 hombres y logró derrocar el gobierno dictatorial del general Fulgencio Batista.
Las fuerzas guerrilleras fueron rápidamente diezmadas no pudiendo establecerse en las montañas como habían planeado. Los guerrilleros que no cayeron en combate fueron apresados, cruelmente torturados y fusilados en una orgía de sangre tan brutal como innecesaria. De los 198 hombres que originalmente habían compuesto dicha fuerza guerrillera sólo 6 sobrevivieron.
El escaso apoyo de los campesinos, Pérdida de armas y municiones, poca o ninguna coordinación entre las unidades guerrilleras, así como la rápida actuación y el superior poder de fuego y número de efectivos de las fuerzas regulares fueron la causa de la derrota.
Si bien en términos militares la expedición constituyó una derrota, el sacrificio de estos hombres caló tan hondo en la conciencia nacional que fomentó el espíritu de rebeldía y ansias de libertad en la sociedad dominicana, especialmente en la juventud, y por otro lado acentuó la descomposición de un régimen cuyos personeros empezaron a intuir el final y que solo supo responder con una ola represiva que se volvió en su contra. Culminó todo ese proceso con la eliminación física del tirano el 30 de mayo del 1961, y el consiguiente desmantelamiento de la tiranía.
El 6 de junio del año 1944 fuerzas combinadas de Estados Unidos, Reino Unido y otros países desembarcaron en la costa francesa de Normandía con la misión de establecer una cabeza de playa y , desde ésta, iniciar la liberación de los países de Europa Occidental que habían caído bajo la tiranía del nazismo, cuyo manto de oscuridad se había extendido por prácticamente todo el continente Europeo. Era el inicio de la “operación overload”, comandada por el general Dwight D. Eisenhower.
A pesar de las grandes cantidades de bajas que en las primeras horas de intensos combates lograron infringirles las fuerzas militares alemanas atrincheradas en el llamado muro del atlántico, los aliados lograron una brecha. Avanzando hacia el interior de Francia obligaron a los alemanes a un repliegue sin retorno.
El empuje incontenible de las fuerzas militares aliadas trajo la luz de la libertad a pueblos que durante años habían vivido atrapados en el manto de la oscuridad de la dictadura nazi de Adolfo Hltler.
Tomando en consideración las diferencias que el tiempo y el espacio histórico representan, podemos afirmar que en Constanza y Normandía con sangre y valentía se fraguó el principio del fin de ambas tiranías.
Por: Rafael Sención Gil