EL NUEVO DIARIO, PANAMÁ.- El embajador de Estados Unidos en Panamá, John Feeley, expresó hoy su apoyo a la fiscal general de ese país, Kenia Porcell, y a su trabajo contra la corrupción, tras la publicación de una columna de opinión en la que se le recomienda abandonar su labor debido a su género y la peligrosidad del puesto.
Para Feeley estos son «comentarios que revelan una vil actitud de machismo patético, utilizando lenguaje de menosprecio para amenazar a ‘esta muchacha tan guapa'», en referencia a una frase que utilizó el autor local en un diario de circulación nacional.
El embajador dijo que las mujeres que lo rodean han superado «las sandeces de ‘críticas’ así, creciendo -dentro de burocracias arraigadas en el machismo- por sus propios méritos y esfuerzos. Me alegra decir que hoy día esas burocracias están cambiando».
«Por mi parte, considero que Kenia Porcell es una persona de integridad y coraje personal y profesional. La valentía no se demuestra solo durante el fragor de la batalla militar», añadió.
«La valentía también se revela en la lucha contra el crimen organizado y la corrupción, desde Washington a Panamá», sostuvo en un comunicado publicado por la Embajada en su sitio web.
La jefa de la Procuraduría General de la Nación (PGN, Ministerio Público) lleva adelante numerosos casos de corrupción, entre ellos los vinculados a los papeles de Panamá, los sobornos de Odebrecht y decenas relacionados con el gobierno de Ricardo Martinelli (2009-2014).
El texto en cuestión fue firmado por Julio César Caicedo, quien este lunes se disculpó por la «mala interpretación» de su columna publicada en el diario Crítica, un rotativo que es parte de la Editorial Panamá América, vinculada al expresidente Martinelli.
El exmandatario está detenido en Miami donde aguarda una decisión sobre la solicitud de extradición presentada por Panamá por un caso de peculado y escuchas ilegales a 150 opositores de su gobierno, periodistas, entre otros.
Recientemente, la fiscal Porcell ha denunciado amenazas e intimidaciones por parte de «poderes económicos, políticos, empresariales, mediáticos y bancarios» contra los fiscales de la PGN, aunque no ha revelado la fuente exacta de las advertencias.
La labor de la procuradora ha sido durante criticada porque a pesar de la abundancia de causas abiertas, desde el inicio de su gestión, en 2014, no se ha llegado a condenas en grandes y sonados casos de corrupción.
