EL NUEVO DIARIO, FRANCIA.- El embajador de la República Dominicana ante la Organización de las Naciones Unidas, para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), José Antonio Rodríguez, dijo este martes que se apaga una luz en el cine nacional tras el fallecimiento del destacado cineasta dominicano Fernando Báez.
“Más allá de una amistad, a Fernando me unió el trabajo que veía realizar detrás de la pantalla. Era un amante de los detalles, de la naturaleza, capaz de capturar lo mejor a través del lente, razón que lo llevó a producir más de 300 documentales sobre los ecosistemas de la República Dominicana, permitiéndole conocer casi todos los rincones de nuestra tierra”, expresó con voz quebrantada el embajador dominicano.
Rodríguez destacó que “el cine dominicano ha crecido precisamente, gracias a obras diseñadas con la profesionalidad, la pasión, el carácter y la entrega de artistas como Fernando Báez.
El delegado permanente ante la UNESCO señaló que “en la gran mayoría de sus producciones nunca faltó el talento joven dominicano, así sea detrás o delante de las cámaras, y ese es también un valor que debemos agregar”.
Fernando Báez
Nació en Santo Domingo, República Dominicana en 23 de enero de 1957. Productor, director, fotógrafo. hijo de Manuel Báez Pichardo González y Deydamia Mella Delmonte.
Procedía de una larga familia de fotógrafos y cinematógrafos profesionales como su padre, pionero en la realización de los primeros comerciales de televisión realizados en la República Dominicana en los años 1962-1964, en los formatos cine 16mm y 35mm blanco y negro.
Fernando Báez, desde temprana edad, recibió instrucciones sobre la fotografía y el cine de su padre. Graduado de bachiller en el año 1973 en el Colegio Calasanz. Luego ingresó a la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña para estudiar la carrera de ingeniería civil. En 1979 consigue la oportunidad de participar en talleres de entrenamiento de televisión con técnicos de la RCA que instalan el moderno canal de televisión de aquel entonces, Teleantillas.
En 1987 se independizó y fundó su propia empresa productora de cine y televisión “Unicornio”, desde donde realizó videos musicales, comerciales de televisión y documentales. Para ese mismo año, realiza su primer ensayo cinematográfico, “Ensueño campesino”, escrito y dirigido por él, con un elenco de actores dominicanos.
Entre sus otros trabajos se encuentran: “Imágenes para un testimonio, República Dominicana (1990), “Canto a la luz, República Dominicana” (1993), “El color de la esperanza, República Dominicana” (1994); “Una imagen para un nuevo siglo, República Dominicana” (1999), “Un pueblo con alma de carnaval” (2005), “Tiempo para cosechar” (2009), “República Dominicana: La Bella” (2013), “Lago Enriquillo: Preludio del Cambio Climático” (2014). “Flor de Azúcar” (2016) y “Misión Estrella” (2017).
