A pesar de la estricta supervisión de los organismos internacionales, nuestra era democrática ha estado marcada por elecciones fraudulentas. En algunos casos, han provocado crisis post electorales, que han llevado al país al borde de un abismo sangriento de ingobernabilidad.
Agripino Núñez Collado, quien actuó como mediador, relata la tensión que hubo durante la crisis post electoral de las elecciones del 1994. Hubo ocasiones en que pareció que no había salida. Entonces el presidente Balaguer le dijo a Peña Gómez: ‘Usted sacó más de un millón de votos y yo saqué más de un millón. Es un empate virtual, partamos el pastel”.
Y es que, ninguna droga es más adictiva, que las mieles del poder. Nadie lo entrega sin agotar todos los recursos disponibles para mantenerlo. Mejor es dividirlo, que perderlo y más cuando se ejerce para favorecer a un pequeño grupo en detrimento del bienestar colectivo. Por lo tanto, bajar de la cúspide se convierte en una pesadilla.
El solo hecho de pensar en las persecuciones judiciales, que pueden presentarse, es un hecho aterrador. Es preferible luchar hasta las últimas consecuencias, sin importar que el pais sea arrastrado hacia un estado de ingobernabilidad, que pasar de rey a esclavo y exponerse al escarnio público.
Consciente del peligro, que acecha a la próxima contienda electoral, el pasado lunes Pedro Brache, presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP) afirmó, que el rol del sector privado es contribuir a que las elecciones sean celebradas de manera transparente y bajo reglas de juego respetadas por todos los participantes.
¿Por qué hay preocupación en el sector empresarial?
Primero, porque saben que el partido gobernante, hará hasta lo imposible por permanecer en el poder y segundo, porque están consciente, que el pueblo no va a permitir, que se vulnere su derecho de elegir nuevos gobernantes. En caso de que no se respecte ese derecho, que es la base de la democracia, nada ni nadie podrás detenerlo.
Las protestas, que están sacudiendo al mundo provocada por el abuso de poder, son contagiosa y pueden llegar a nuestro pais, donde nunca han faltado fuerzas oscuras que se nutren del caos. El sector empresarial es la primera víctima de cualquier perturbación del clima de paz y por esa razón, están reclamando elecciones libres y transparentes.
El sector empresarial, sabe que la gente está cansada de fraudes electorales y una sola gota, puede derramar la copa de la paciencia de un pueblo, que no aguanta más el juego sucio de la clase política más inescrupulosa e insaciable de poder y riqueza, que hemos tenido.
Por Lic. Elías Samuel Rosario Mata