Cada vez resulta más importante el valor de comunicar bien las cosas desde cualquier instancia. El mundo en que vivimos requiere mejor información para tener claridad en su comportamiento. Para confiar y no resistirse a las acciones de las autoridades, asumiendo en casi todo cuanto dicen y hacen es mentira.
Este es el desafío si en realidad queremos superar muchas de las falencias que tenemos como sociedad. Por lo regular, quienes gobiernan asumen que sus acciones son las correctas y descartan el diálogo constante para avanzar.
Ningún país pide lo imposible, por lo regular se conforma con ver que sus autoridades están haciendo lo correcto y saben comunicarlo. Es una necesidad que no puede ignorarse.