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19 de abril 2024
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OpiniónVíctor Manuel PeñaVíctor Manuel Peña

El rol del Estado en situaciones de excepcionalidad como la pandemia

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No es lo mismo el papel del Estado en una sociedad en situaciones de normalidad que en situaciones de excepcionalidad.

En situaciones de excepcionalidad como la pandemia del coronavirus, el protaganismo lo tiene el Estado, porque su intervención es necesaria y decisiva para el retorno a la normalidad.

Pero en situaciones de normalidad, el protagonismo, sobre todo en lo que tiene que ver con el desenvolvimiento de la economía, no lo tiene el Estado sino el sector privado.

Así se ha dicho erróneamente que los altos índices de crecimiento que ha habido en la economía dominicana en los últimos decenios se han debido a la intervención del Estado, específicamente a los altos niveles de endeudamiento público y al gasto de capital.

La oposición se ha pasado el tiempo diciendo erráticamente que los altos índices de crecimiento que hubo en el país en los gobiernos del viejo partido se debían a los altos niveles de endeudamiento público.

El endeudamiento público o privado es importante pero su efectividad sobre la productividad va a depender del uso que se haga de los recursos provenientes del endeudamiento.

El sector privado por lo general le da un uso más racional, eficiente y productivo a los recursos provenientes del endeudamiento que el sector público.

Las coordenadas del despilfarro y de la corruptela pública que hay entronizadas en los países inciden poderosamente en la baja racionalidad y eficiencia de los recursos obtenidos a través de los canales del endeudamiento público.

Pero independientemente de esa variable el sector privado es el sector inmensamente mayoritario en las sociedades modernas: familias y empresas

El gasto de capital del Estado es importante porque sirve para crear obras de infraestructura en toda la sociedad, pero aún así el crecimiento en una economía no va a estar determinado en lo fundamental por el gasto de capital del Estado.

Estoy convencido de que el gasto de capital debe ser de 20, 25 ó 30% respecto del gasto total del Estado, pero si ese porcentaje es ínfimo de 5 u 8%, eso no significa que el índice de crecimiento real de la economía va a ser bajo por esa razón.

Los altísimos niveles de consumo, de ahorro e inversión del sector privado y las tecnologías y las innovaciones realizadas por el sector privado van a estar en la base de los progresos en la matriz de productividad en la economía en situaciones de normalidad.

En situaciones de normalidad el protagonismo lo tiene el sector privado en cuanto al crecimiento de la economía.

Pero en situaciones de excepcionalidad como la pandemia el protagonismo lo asume el Estado: debe utilizar los recursos, obtenidos por la vía del endeudamiento y la tributación, para revertir la crisis sanitaria, la crisis económica o la recesión de la economía y financiar programas de asistencia social.

En el caso de la economía, el Estado tiene que aplicar políticas de demanda agregada y de oferta agregada para revertir o contrarrestar la fase recesiva del ciclo económico provocado por la pandemia.

Ante esas situaciones que el Estado tiene que enfrentar se necesitan ingentes recursos.

Esos recursos hay que obtenerlos vía la eficiencia de la administración tributaria, endeudamiento público, renegociación de la deuda externa y luchar para que los organismos de cooperación multilateral y el G20 generen un fondo para ir en auxilio de los países muy pobres y pobres del mundo.

Por lo que resta del año no hay condiciones para aplicar una reforma tributaria. Pero es importante que el gobierno de Abinader le diga al país cuál es el tipo de reforma tributaria que piensa aplicar o llevar al diálogo que se organice sobre esa temática.

El gobierno debe tener en agenda también la renegociación de la deuda externa tanto en cuanto a los tipos de interés como en lo relativo a los plazos y con ello adelantarnos al estallido de una crisis de la deuda pública.

Al mismo tiempo que hay que trabajar en la línea de racionalizar y eficientizar el gasto público, tanto el gasto corriente como el gasto de capital. El gasto tributario tiene que ser racionalizado también.

POR VÍCTOR MANUEL PEÑA

*El autor es economista y abogado

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