‘’Si tratas de imitar lo mejor, de lo mejor, de lo mejor…hazlo intensamente mucho mejor’’. El autor
Estos son tiempos muy complejos que nos ponen a prueba en medio de las adversidades, y que son retos que nos presenta la propia existencia por la capacidad que tenemos para una mejor solución a los problemas, como atenuantes, a las mil maneras de manejar nuestros conflictos internos que derivan de la siquis, para fortuna o desgracia de lo que se observa en el mundo externo. Y, el tema de Venezuela, no logro observar a que haya un cierre definitivo a las heridas que están abiertas por la demencial insistencia de una dictadura incisiva, que solo disfruta del dolor de su pueblo, de la hambruna y la carencia a lo que una gran mayoría, no tiene, por el momento, acceso a lo básico para poder subsistir. El fin de semana, ha sido muy tenso e intenso por lo que pueda derivar, fruto del atropello a que está siendo sometida la nación suramericana más rica del planeta de toda américa latina.
Me nutro de lo que ocurre allí, a través de cables internacionales, redes sociales, televisión por cable y otros medios electrónicos; hago un receso y me topo con un video en blanco y negro, que revela de que el rey del pop y así lo hizo constar en una ocasión, de que el famoso estilo de dicho baile, (el cual patentizo), el llamado ‘’Moon walk’’, no fue de su autoría: Michael, confiesa, de que su estilo, era de un jovencito de diez y seis años, a quien le dio mil dólares, para practicarlo y montarlo en los escenarios de sus multitudinarios conciertos. Cab Calloway, a su edad no tenía poder de negociación para incrementar sus bonos, por haberle enseñado el baile a quien en ese momento, surgiría más adelante, como el rey del pop. Después de mucho tiempo, surgió otra versión de que calloway, no era el autor de dicho paso, sino más bien, Jeffrey Daniel, y ‘’créanme’’, que es todo un virtuoso, del modo, que con destreza en sus rutinas, se desplazaba por toda la pista, haciendo un despliegue de su talento y el Moon Walker en grado superlativo.
Michael fue el que mayor ventaja saco de ese estilo, que por ser un gran bailarín nato, lo hizo ver demasiado versátil y que contagio a millones de seguidores en todo el mundo, incluyéndome. Su mentor, James Brown (The godfather of the soul), era un espectáculo en los escenarios, a los que el rey del pop solía asistir en sus inicios antes de saltar al estrellato. Imitaba a Brown y lo hacía mucho mejor. Esa era la gran virtud de Michael, lo disciplinado que fue, para hacer mejores adaptaciones, que hacían suyo cada proyecto que el asumía, cuando montaba sus coreografías con una tórrida rutina de movimientos, que ensortijaban al público en sus presentaciones.
El rey del pop daba la impresión de que caminaba sobre la superficie lunar, contrarrestando la gravedad de la tierra, en cuyo ilusionismo, se advertía una fuerza entre dos cuerpos que se atraían entre sí, según la ley de Isaac Newton, y que al parecer, Michael, la asimilo bastante bien, para su empleo en lo gravitacional. Si bien es cierto, que el moonwalk, viene de muy atrás, no menos cierto, que el propio Michael erosiono la herencia de aquellos que fueron antes que él, para dejar su impronta grabada en la memoria de todos seguidores.
Michael Jackson fue insuperable y lo seguirá siendo por siempre. Un astro que brilla con luz propia en el firmamento. El moonwalk, nos separa de la tierra por un instante, cuando lo danzamos. Fueron tantas veces que golpee mi cabeza intentando hacerlo y no me percataba de los límites que me separaban de la tierra y el espacio.
Michael, desde lo alto, debe permitirse implorar, a quien tenga a su lado como protector del universo, eleve una plegaria a los pueblos latinoamericanos, con Venezuela a la cabeza.
Por: Carlos Martínez Márquez