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19 de abril 2024
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OpiniónFrancisco Rafael GuzmánFrancisco Rafael Guzmán

El PLD: Ni Leonel Ni Danilo, Como un Barco a la deriva

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Dulce et Decorum pro patria Morire

El Partido de la Liberación Dominicana, después de muchos años en el ejercicio del poder político, tiene cerrados todos los canales para poder seguir gobernando el país bajo las reglas de la democracia representativa, no obstante tener el control de prácticamente todos los poderes del Estado. ¿Dónde está la raigambre de este problema que confronta el partido morado?

 

Fue siempre el PLD, desde su fundación a finales de 1973 (noviembre),  luego del mitin del domingo 7 de octubre de ese año en Santiago cuando el PRD y casi todos los partidos de la oposición estaban dispuestos a enfrentar al Dr. Balaguer y su gobierno factual, un partido muy sectario, aunque nació en medio de un ambiente de unidad de acción que vivía la oposición política. Bosch,  no obstante haber salido del PRD para un fundar ese nuevo partido que era el PLD, gozaba de una gran autoridad moral en algunos grupos minoritarios de la derecha que no tenían entre sus dirigentes a terratenientes y otros sectores del llamado frente oligárquico (como le llamaba el propio Bosch a los latifundistas, comerciantes importadores y exportadores y los banqueros) y además gozaba del apoyo de grupos izquierda, exceptuado de estos últimos al Movimiento Popular Dominicano, al pseudo izquierdista grupo PACOREDO y el Partido Comunista Dominicano.

 

Un partido como el MIDA presidido por Francisco Augusto Lora no podía ponerse de acuerdo con los demás grupos que apoyaban a Bosch. Ahora bien el Partido Revolucionario Social Cristiano, el MPD, el Partido Quisqueyano Demócrata que apoyaron a Peña Gómez y al sector que no salió del PRD, incluyendo a Antonio Guzmán, por otros motivos apoyaron a estos últimos. Ni el PRSC, ni el MPD y ni el PQD tenían apoyo visible de los terratenientes y otros sectores del frente oligárquico, en cambio Antonio Guzmán si era un terrateniente, aunque atípico, lo que lo diferenciaba un poco de Augusto Lora o de un Luis Julián Pérez.

 

Por razones históricas el PQD no iba a apoyar a un bloque de oposición dirigido por Bosch, por lo menos si la oposición iba dividida en dos bloques. Lo que es un poco difícil de entender es la alianza que el MPD había tenido mucho antes con Wessin y el PQD. José Francisco  Peña Gómez tenía las intenciones de dirigir el PRD y desplazar a Bosch, desde antes de este partido dividirse, por lo que fue una jugada maestra la renuncia a su posición dirigencial  en el mismo para luego retornar cuando Bosch sale del mismo y funda el PLD. Antes de esto ocurrir Peña sabía que sectores vinculados al Departamento de Estado de Estados Unidos no querían que Bosch volviera a ser presidente del país, aunque favorecían que el PRD llevara a otro candidato o líder que no fuera Juan Bosch, por eso se fundó el Acuerdo de Santiago. Esta coalición de partidos tendría a Antonio Guzmán como favorito para las elecciones de 1974, pero Balaguer se impuso con la represión política obligando al Acuerdo de Santiago a no acudir a las urnas.

 

Hacia el año 1972, cuando mucha gente en este país no pensaba que a principios de 1973 Caamaño vendría en una guerrilla con 8 hombres más, el periódico Los Angeles Time de Estados Unidos analizaba la situación política de nuestro país. Dicho medio divulgaba que el presidente Balaguer estaba desgastado políticamente y que el PRD era el principal partido de la oposición y destacaba lo fuerte que estaba este partido. Sería para ese entonces que Peña se entera que los sectores antes aludido  de la política norteamericana que favorecían que el PRD fuera gobierno pero sin encabezarlo Juan Bosch; la excusa era que Bosch era un líder inmanejable, esta sería la respuesta que le darían a un supuesto grupo de ciudadanos vinculados al sector empresarial  que se ha dicho solicitaban  apoyo para una eventual candidatura de Bosch en el 1978. Ciertamente Bosch lucía un líder inmanejable a los intereses norteamericanos.

 

Al fundar el PLD, Bosch pensó en construir un partido muy disciplinado, un partido basado en los organismos, donde las decisiones se tomaran por organismos y en base a los que establecen sus estatutos. Todo el mundo en el PLD tenía que pasar por un círculo de estudios, antes de ser miembro de ese partido. Nadie ascendía por decisión de un organismo superior, es decir, no se tomaban decisiones por cooptación. Esto se cumplía al pie de la letra o casi al pie de la letra hasta poco después de las elecciones nacionales de 1982, lo cual cambió a partir de ese momento, cuando una cuota importante de dirigentes y militantes del Bloque Socialista (encabezado por Max Puig) que eran de los antiguos miembros del Movimiento de Liberación Nacional CORECATO, junto con los miembros del Partido Socialista Popular (PSP), pasaron al partido encabezado por Juan Bosch. Muchos de ellos ocuparían cargos de dirección en el Partido de la Liberación Dominicana sin pasar por un círculo de estudios.

 

Ahora bien, la pérdida de  esa fuerte disciplina de que el autor habla no se pierde en ese partido en el momento en que entran los ex-miembros del CORECATO y el PSP, si no posteriormente. El sectarismo que le imprimió Bosch y en menor medida algunos otros dirigentes  hoy en día todavía sigue repercutiendo en la situación de crisis que vive esa organización, ya que se obnubilan tanto que no alcanzan a ver la realidad. Parece que creen que todo se resuelve con la manipulación y el manejo mediático, en la era de la posverdad y de la modernidad líquida de Zygmunt Bauman. Juan Bosch cayó en el sectarismo después de dejar de creer en el PRD y en muchos de sus dirigentes, al creer mucho en un partido de cuadros y no en un partido de masas. Cometería yerros pero nunca perdió la vocación de construir un mejor país en la República Dominicana, algo en lo ya no creen casi ninguno de los miembros del Comité Político, tal vez se puede exceptuar a José Joaquín Bidó Medina, hombre muy ético.

 

Hoy día el PLD parece atascado, como si no tuviera posibilidad de tomar el mejor derrotero para sobrevivir como organización de masas, pues aún vivo y lúcido el profesor Bosch dicho partido se fue convirtiendo paso a paso en una organización de masas, aunque la disciplina no la comenzó a perder antes de la coyuntura electoral de 1990. En ese año ya el PLD lucía un partido con una gran incidencia en las masas, cuando prácticamente todo dominicano creía en que esa organización ganaría las elecciones, creencia que la tenían sus propios adversarios. Sólo un fraude podía hacer aparecer a un Balaguer ciego, en medio de una crisis económica (fuerte proceso inflacionario, escasez de agua, falta de  electricidad, falta de recogida de basura y escasez de azúcar), como el ganador.

 

Una pérdida de lucidez en Bosch era muy notoria para las elecciones de 1994, cuando Leonel es el candidato a la vicepresidencia que le acompaña a él que sigue siendo el candidato a la presidencia, la que era notoria en 1990 pero en mucho menos medida que en el 1994. El PLD pierde mucho espacio en el electorado en ese último año no jugando un papel muy honroso, lo que para el autor era un poco chocante si se tiene en cuenta que en nuestra cultura se juega el premiar a la víctima y dicho partido y su candidato lo había en las elecciones del 90. Parecería que manos extrañas a la soberanía dominicana estarían interesadas en que Bosch y su partido no fueran opción de triunfo, de ser así, lo lograron.

 

Las elecciones de 1994 fueron tan reñidas entre la candidatura del PRD, representada por Peña Gómez, y la del Partido Reformista Social Cristiano, representada por Balaguer (el presidente ciego), lo que provocó un gran cuestionamiento a raíz de los supuestos resultados. Todo parece indicar que hubo asomo de gansterismo político en Balaguer, pretendiendo perpetuarse en el poder, como un desiderátum, aún con su ceguera. El período presidencial fue acortado a dos años, después de las elecciones, ya que el proceso comicial fue tan cuestionado que provocaron las denuncias del profesor Narciso González y estas a su vez provocaron la desesperación en los sectores de poder, provocando el rapto y desaparición de dicho profesor.

 

Llevando de candidato presidencial a Leonel Fernández, con un profesor Juan Bosch con  alzheimer, llevando de candidato el PRD a Peña y el PRSC a Jacinto Peynado, no pudiendo este último ir a un balotaje después de la primera vuelta electoral, el PLD pactó una alianza con Balaguer para que los votos reformistas fueran en la segunda vuelta electoral para el candidato del partido morado, habiendo quedado este último por debajo de Peña pero no tan distante. Logró vencer Peña el candidato del PLD pero a qué precio, arrastra todo el lastre de la corrupción de los reformistas. Ahora bien, todo parece indicar que los funcionarios del PLD han superado con creces en la corrupción a los reformistas y a los perredeistas (hoy perremeistas muchos de ellos). El modelo neoliberal ha sido aplicado en grado sumo en los gobiernos del PLD, no sólo sigue la desregulación de los precios, mercado privado de las divisas y la falta de controles en la tasa de cambio, se han firmado acuerdos de libre comercio con desmontes de los aranceles, sumado a un proceso de privatización de las empresas del Estado (especialmente de las de las utilidades públicas) y una apertura descomunal y sin límite a todo tipo de inversión extranjera. Es un modelo que genera pobreza y corrupción, ya en nuestro país no se producen ni las mentas, sólo muy pocas industrias de embutidos, agua, cemento y de lácteos sobreviven.

 

Probablemente las apetencias de movilidad social en algunos dirigentes, ajenos a la mística bochista de mucha eticidad, olvidándose de aquel lema: Servir al Partido para Servir al Pueblo, con el que se iniciaban y terminaban todas las reuniones de los organismos del PLD, comenzó en la coyuntura electoral de 1990. Aparentemente algunos dirigentes del PLD comenzaron a realizar algunos negocios de medicamentos u otras mercancías importadas, el autor recuerda haber escuchado rumores pero no tiene prueba de ello. Quizás algunos comenzaron por ahí, antes de estar en el poder, a experimentar el hacerse de algún peculio. Sin embargo, eso sería insignificante comparado con las fortunas de que se habla hasta en declaraciones juradas, las que no hay forma de justificarlas.

 

El tráfico de influencia  en los gobiernos del PLD es aparentemente notorio, ya que muchas becas de estudios superiores en los niveles de posgrado sobretodo son sorteadas entre hijos de funcionarios. Será que muchos funcionarios de los gobiernos peledeistas sueñan con ser de la nueva aristocracia internacional, la cual se está formando con la globalización y el modelo neoliberal, acaso aspiran algunos a ser de los muy selectos del Club Bilderberg

 

Ningún candidato que el PLD presente puede resultar muy potable, a pesar de todo el poder que tiene dicho partido.  El PLD no tiene ni un solo candidato que pueda ser muy potable, no lo es Danilo, no lo es Leonel, no lo es Amarante Baret, no lo es Margarita Cedeño (aunque su condición de mujer le podría favorecer), no lo es Domínguez Brito, no lo es Manuel Crespo (no ha tenido mucha proyección) y no lo es Andrés Navarro, porque en el cargo que le han dejado se generan muchos conflictos. Sin embargo, Andrés Navarro -aunque el autor no le conoce- podría ser el funcionario del gobierno que proyectara una mejor imagen de todos los aspirantes a la candidatura presidencial.

 

Por  Francisco Rafael Guzmán F.

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