Después de haber obtenido unas seis victorias electorales consecutivas bajo el otrora liderazgo del Dr. Leonel Fernández, el partido de la estrella amarilla sufrió dos derrotas vergonzosas en sendos procesos electorales con unos meses de diferencia entre sí.
A nadie se le ocurre decir ni creer que esas dos derrotas tuvieron nada que ver con la pandemia de covid-19, como ocurrió con Trump en USA, ni tampoco con ninguna crisis económica en RD; muy por el contrario el gobierno de Danilo Medina uso y aprovecho la pandemia para mejorar el posicionamiento electoral de su partido y el de su candidato.
Las razones de esas dos derrotas fueron de carácter estrictamente políticas y se justifican por la división que sufrió el PLD a raíz del fraude electoral realizado por el gobierno en las primarias de dicho partido.
Ya fuera del gobierno el PLD anda buscando su rumbo electoral y político pero no lo encuentra por parte, porque no puede sintonizar con el presente momento político que vive el país.
Los temas en el tapete son la transparencia, justicia independiente, institucionalidad y anticorrupción, los cuales representan aspectos muy delicados para el PLD por no haber asumido la decisión de implementarlos desde el poder.
Ahora desde la oposición les resulta muy difícil poder hacer suyo el debate del momento y eso es muy negativo para un partido que se propone recuperar el poder en las elecciones del 2024.
Lo único que puede ayudar al PLD sería un posible fracaso económico del presente gobierno, y aun en ese escenario las fuerzas sociales preferirían llevar al poder al partido Fuerza del Pueblo antes que retornar al Peledeismo-Danilista.
El PLD tiene asegurados los siguientes 8 años fuera del poder, razón por la cual el discurso de su actual líder de que regresaran al poder en el 2024 es una oferta que ni siquiera en el mismo PLD se la van a creer.
Se podría hasta llegar a extrapolar que el PLD no tiene muchas posibilidades de retornar al poder en los próximos 16 años, debido a que las fuerzas que lo enfrentan están en amplia mayoría y con los vientos a su favor para alternarse en el poder.
El PLD pudo haber permanecido en el poder por lo menos otros 8 años más siempre que el Danilismo hubiera entendido que la continuidad solo se podía lograr con la candidatura del Dr. Leonel Fernández en el 2020.
Ahora lloran como brutos lo que no pudieron razonar como inteligentes desde el poder, y el precio a pagar seguirá siendo cada día más alto para sus dirigentes.
Se les olvido que era mejor arriba con presión que abajo con depresión, y sucede que la depresión es tan fuerte que ha llegado hasta el suicidio de alguno que otro dirigente, mientras que otros dan muestra de que necesitan terapia para mantenerse a flote.
Lo peor de todo es que dentro de ese escenario ese partido comete el grave error de asumir como presidente y líder a quien llevo a dicho partido a la derrota y la pérdida del poder.
El que crea un gran problema difícilmente lo puede arreglar, y casi siempre se necesita de alguien diferente que venga a resolver lo que otro daño.
Por Ing. José Pérez Méndez.