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23 de abril 2024
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OpiniónVíctor Manuel PeñaVíctor Manuel Peña

El mito de una tercera guerra mundial

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En el contexto de la pandemia del corononavirus, que ha sacudido poderosamente al mundo entero, y de la guerra de Rusia a Ucrania, que también ha tenido y tiene consecuencias rudas para la humanidad, hay gente que ha llegado a plantear la ficción que esta sumatoria de crisis a nivel mundial y regional provocaría la desaparición de la globalización como etapa en la historia del capitalismo.

La otra ficción que se ha planteada a nivel mundial es que esta conjunción de pandemias y de crisis económicas, sociales y políticas podría desembocar en una tercera guerra mundial.

La realidad mundial, que paso a analizar inmediatamente, nos dice que esas hipótesis sobre las crisis colectivas que ha estado viviendo amargamente la humanidad no rebasan la condición de simples ficciones.

Pero lo cierto que esas ficciones mantienen muy preocupada a una parte de la humanidad.

No hay forma de que una macro-crisis como la pandemia del coronavirus ni la guerra entre Rusia y Ucrania hagan desaparecer la globalización.

En la base de la globalización está la expansiva revolución de la información y del conocimiento y de la progresiva e indetenible revolución digital en la era del internet.

Pero la humanidad está obligada a enfrentar seriamente los problemas relativos a la producción de energía, el cambio climático para que no se detengan la expansión de la economía y del comercio.

Las plantas de carbón mineral en China Popular siguen siendo un gran problema que desafía abiertamente el cambio climático y de cómo seguir expandiendo la producción y el comercio reduciendo las plantas de carbón y dando paso a la producción de energías limpias.

Aunque el protagonismo para salir de la pandemia y de la gran crisis económica lo ha tenido el Estado, no el mercado, aún así, la globalización sigue su agitado curso.

El neoliberalismo, que es la filosofía de globalización, ha sido golpeado mortalmente, puesto que el protagonismo ha tenido que asumirlo el Estado, y no el mercado, para salir de la pandemia y de la gran recesión que a nivel mundial generó esta pandemia.

La gran crisis que ha vivido el mundo ha demostrado hasta la saciedad que el Estado no solo sirve como ente regulador.

El Estado ha sido clave para poder enfrentar y salir de la actual crisis que vive el mundo desde que comenzó la pandemia del coronavirus en marzo del 2020.

Ahora no hay forma de que de la guerra sostenida entre Rusia y Ucrania se salte a la tercera guerra mundial.

Si con el poder militar acumulado que tiene Rusia, la nación más grande de la tierra, no ha podido terminar esa guerra en dos o tres meses, no hay manera de que Rusia cuente con China Popular y algunos países del Medio Oriente, para impulsar una tercera guerra mundial frente a Estados Unidos, la OTAN y Europa en sentido general.

Aunque China Popular podría tener algunas coincidencias con Rusia, lo cierto es que la segunda potencia mundial es China Popular, que tiene sus propios intereses, su visión de los problemas internacionales y mundiales y no va a cometer el error propio de un infante de someterse a los intereses de Rusia.

Es cierto que Rusia juega su papel en cuanto al suministro de gas natural, petróleo y cereales a Europa, a China Popular y al mundo.

Pero China Popular seguirá jugando su propio rol en la geopolítica mundial.

Todavía no es hora ni tiempo para que China Popular dé el salto global.

 

Autor: Dr. Víctor Manuel Peña

El autor es economista, abogado y miembro de la Dirección Central de la Fuerza del Pueblo

 

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