Conforme indica el informe de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, sobre la prevención y eliminación del matrimonio infantil, precoz y forzado, aproximadamente 15 millones de niñas se casan antes de cumplir 18 años y que más de 700 millones de mujeres y niñas actualmente vivas se casaron antes de los 18 años.
El matrimonio infantil, precoz y forzado es una práctica nociva que viola los derechos humanos, abusa contra ellos y los menoscaba y está relacionada con otras prácticas perjudiciales, esas violaciones tienen un efecto negativo en las mujeres y las niñas. El matrimonio infantil se entiende como cualquier unión, formal (legal) o informal (unión temprana), en la que una persona menor de 18 años convive en una relación de pareja con otra persona, que puede o no ser mayor de edad.
En República Dominicana contamos con una legislación que permite que las niñas y niños pueden contraer matrimonio antes de los quince años si cuentan con una dispensa legal otorgada por un juez y más de dieciséis años con el consentimiento de sus padres hablamos de la ley 659 sobre actos del Estado Civil y Código Civil Dominicano; mientras que nuestro código de Niñas Niños y Adolescentes en el artículo 396 literal c “considera abuso sexual toda relación que ofrezca una gratificación sexual a un adulto o una persona cinco años mayor respecto al menor de edad lo cual puede ocurrir aun sin contacto físico.” Por lo que nos encontramos en una contradicción legislativa sobre un hecho que perjudica gravemente el desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes.
El hecho que un adulto contraiga matrimonio con una menor edad le permite legalizar la unión y evadir las consecuencias penales establecidas en la ley 136-03, porque se legaliza por medio de un certificado de matrimonio un abuso sexual y sobretodo una violación cuando esa niña queda embarazada a temprana edad.
El matrimonio infantil y las uniones tempranas no solo afectan significativamente las vidas de las niñas y adolescentes que se casan, sino también la de sus hijos e hijas, sus familias y la sociedad en conjunto. Esta nociva práctica genera y reproduce la pobreza, afectando por tanto el desarrollo del país.
Para poder combatir el matrimonio infantil y las uniones tempranas se requiere de trabajar efectivamente con el combate de la pobreza, promover el desarrollar cultural, combatir la violencia social, la prevención implica también permitir mayor acceso de los niños, niñas y adolescentes a todos los servicios del Estado.
Tanto el Estado como la sociedad civil deben contribuir para transformar las actitudes que aceptan o consideran normales las uniones tempranas y matrimonio infantil.
Es por eso que Naciones unidas a través de UNIICEF tiene como objetivo la erradicación del matrimonio infantil por considerarlo una de las principales violaciones a los derechos humanos de los niños, niñas y adolescentes.
Es importante continuar educando en todos los sentidos, académico, en desmonte de brechas de género, promover la cultura de desarrollo y apoyar las campañas para que sea aprobado en el Congreso Nacional la erradicación del matrimonio infantil sin excepciones ya que actualmente se debate en la comisión de Justicia, pero aún no ha sido aprobado de manera definitiva por parte del Congreso Nacional la eliminación de los artículos que permiten el matrimonio infantil.
Por Lic. Katherine Matos
La autora es abogada experta en derecho de familia.