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19 de abril 2024
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OpiniónEdgar MarcanoEdgar Marcano

El liderazgo mayor marcha triunfal sobre cadáveres y apestados por el COVID-19

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La apertura irresponsable y realización criminal y temeraria de las elecciones han desenmascarado la insolvencia moral de nuestro liderazgo mayor y sus dirigentes. Hoy nuestros caudillos desfilan trinfantes sobre pistas adoquinadas por cadáveres y contagiados y aplaudidos por esos mismos infelices víctimas de nuestros señores de horca y cuchilla.

Tan cínicos son que ahora el paro otrora tea de la discordia es consensuado a unanimidad en reacción tardía, irresponsable, dísloca y oportunista, en una ecuación de conveniencia  criminal a ritmo de suero de miel de abeja. Sálvese quien pueda es la consigna de nuestro liderazgo mayor hijo de mamá persa, mientras mandan sus esclavos al matadero y le echan la culpa al diablo.

En nuestra atribulada nación la multiplicación de la peste es alucinante, en tanto nuestros caudillos invulnerables viven en sus barriles de oro, algunos jefes camino a ser lapidados en nichos cuyo epitafio reza ODEBRECHT. La regencia actual ha carecido de estrategia, recursos, solvencia moral, autoridad y capacidad gerencial para mitigar la peste, si nuestros códigos no condenan la apatía gubernamental y del liderazgo político, al menos sus actores principales merecen una pela cívica.

En RD la corrupción administrativa está instituída desde la llegada de Colón cuando al menos se hacían juicios de residencia a los gobernantes salientes, pero ahora la depravación goza de total impunidad bajo la divisa BORRON Y CUENTA NUEVA, desde luego que el borrón es para los caudillos y su claque y la cuenta nueva para la plebe y sus generaciones venideras.

Prima una preocupante desigualdad social quejas permanentes, país completo propiedad de una reducida élite, salarios irrisorios y una enorme deuda social acumulada, el dominicano de a pié vive en estado de cuasi esclavitud, ahí radica nuestra crisis polisectorial, polidimensional, de estabilidad y democracia.

Hoy los amos de la RD  solo se precupan por el costo monetario de la peste y bajo riesgo calculado abandonan la plebe a su suerte, la muerte viaja por el aire, pero eso no le importa a nuestros señores feudales de horca y cuchilla, promotores de la irresponsable desescalada y aglomeraciones temerarias para los sufragios.

Viene a gobernarnos un equipo de ensueños, salido de cuentos de hadas, emergido de páginas noveladas, ojalá sea cierto y traigan capacidad gerencial y nos añadan algún valor agregado, certidumbre, impilso al progreso y enfoque social y humano. El cambio necesario es el del modelo de conducta moral y ética de nuestro liderazgo mayor, nuestra nación no merece ser ministrada por malandrines, necesitamos vivir en paz.

Ante el advenimiento inminente del gobierno de concentración nacional, suplicamos a Dios que logremos mitigar nuestro caos folclórico en los grandes males nacionales como la corrupción administrativa impune, la energía, la salud, la educación, el transporte y la seguridad alimentaria, solo por decir algo. Nuestra peste es polidimemsional, de falta de escrúpulos, social, institucional, económica, sanitaria, secular y no necesariamente imputable al Covid.

En su marcha triunfal al capitolio, al funcionariado emergente insinúa un fiscal general dizque independiente, así el caudillo emergente se lava las manos como Pilato y eligen un tablajero o un leñador que venga a descalabrar al caudillismo saliente. Esa sería una forma ya probada de gestionar continuidad en el poder, precisamente descuartizando a ese monstruoso tinglado saliente que nos ha tiranizado por más de cinco lustros de barbarie gunernativa.

Por Edgar Marcano

Desde Montreal-Canadá

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