Recientemente tuve la dicha y el grato privilegio de ser partícipe del panel virtual titulado: Análisis discursivo de las letras del Himno Nacional, en honor al maestro José Reyes; el cual fue programado por la Facultad de Humanidades (FH) de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, a través de la Escuela de Letras que dirige de forma magistral el doctor Gerardo Roa Ogando. Asimismo, actuaron como panelistas las maestras Petronila Dotel; Marnie Pineda; así como los maestros Edward Valentín y Marcos Zabala, bajo la presentación del maestro Augusto Bravo, decano (FH).
En esta interesante ponencia, todos los panelistas coincidieron en destacar los valores discursivos, didácticos, lingüísticos y literarios que posee nuestro canto patriótico. Sin embargo, a propósito de los conocimientos adquiridos a través de este encuentro, pude descubrir la importancia didáctica de esta formidable y magistral pieza lírica que, como señala el maestro Edward Valentín, a pesar de que ha sido cantado y entonado, es evidente que ha sido poco estudiado en las aulas dominicanas, bajo la teoría del supuesto de que el que la canta se la sabe, lo cual, a juicio del lingüista no es así.
En ese sentido, plantea que el Himno Nacional puede ser objeto de estudio en diferentes áreas, tales como la lingüística y la literatura, o sea, tomar estos discursos literarios y extraer de ellos no solo la parte estética, sino, además, la parte lingüística y comunicativa del mismo.
A todo esto, cabe preguntarse entonces –a propósito de las recientes declaraciones del ministro de Educación Roberto Fulcar, de que se establecerá como requisito fundamental para obtener el título de bachiller, saberse las letras completas del Himno Nacional– las siguientes interrogantes, a saber ¿es lo mismo saberse el Himno Nacional que comprenderlo? ¿se podría aprovechar esta propuesta del ministro de Educación para enseñar a la clase discente del nivel preuniversitario el significado de nuestro canto patrio? ¿se ha contemplado el valor didáctico que subyace en este texto? ¿se podría enseñar y aprender literatura, análisis del discurso, lingüística y sus diversas disciplinas tales como: fonética, sintáxis, gramática, semántica, entre otras, ¿por medio al estudio del Himno Nacional en las aulas dominicanas?
Considero que, tanto el ministro de Educación, así como las demás autoridades educativas tienen en sus manos una excelente oportunidad si en verdad existe el deseo real y efectivo de provocar un cambio en la educación nacional –lo cual no dudo– debido en gran medida a los indicios que ha mostrado esta nueva administración desde que asumió las riendas del Estado en agosto del año pasado.
Por José Santana-Guzmán